APUNTES… Se habrá de revertir pronto el síndrome de Trump
06/06/2019 - Hace 5 años en MéxicoAPUNTES… Se habrá de revertir pronto el síndrome de Trump
Por: Guillermo Fabela Quiñones
No obstante lo que pudiera suponerse en un primer análisis, la amenaza de cobrar aranceles escalonados a las exportaciones mexicanas por parte del presidente Donald Trump, alentará la unidad de los ciudadanos en torno a un gobierno legítimo, el más votado en la historia del país, pero muy asediado interna y externamente por impulsar una lucha frontal y sin cuartel contra la corrupción, misma que no puede llevarse a cabo sin afectar intereses multimillonarios. De ello se está aprovechando el jefe de la Casa Blanca, especialista en abrir frentes sobre posiciones de fuerza.
Trump ha ido demasiado lejos en su vocación sádico-impositiva, como lo deja ver la rebelión al interior del Partido Republicano, al percatarse sus principales líderes del grave riesgo que se corre al confrontar al mismo tiempo a gobiernos de diversas latitudes y fortalezas. Saben que de continuar tal estrategia el desenlace no puede ser otro que una caída en terreno adverso, y de la ofensiva el Gobierno estadunidense pasaría a la defensiva, en condiciones cada vez más desfavorables. Así le sucedió a Hitler.
En su relación con México ha estirado la cuerda de modo irracional, como lo han advertido importantes legisladores del propio Partido Republicano, quienes han anunciado su rechazo a las amenazas recientes del magnate, las cuales ponen en riesgo una relación bilateral que podría favorecer el desarrollo de ambos países de manera más fructífera. En el presidente Andrés Manuel López Obrador tienen a un interlocutor responsable, con claro sentido del rumbo que conviene apuntalar sin caer en confrontaciones innecesarias.
Sólo los ultras de una y otra tesitura lo ven como un enemigo a vencer, cuando en los hechos ha demostrado madurez y una firme postura de enorme tolerancia, que incluso le ha generado fuertes críticas de ciudadanos poco informados y desesperados por no ver los cambios que esperaban se hicieran de la noche a la mañana. Ahora la cúpula panista le exige, a López Obrador, que le pague con la misma moneda a Trump, no con afán de ayudar a poner fin al enfrentamiento, sino con el de hacerlo ver como un timorato.
Como sea el resultado de las negociaciones (hoy miércoles) entre la delegación mexicana, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, y la estadunidense liderada por el vicepresidente Mike Pence, el perdedor a final de cuentas será Trump. Se pondrá en claro la inconveniencia económica de la guerra arancelaria contra su principal socio comercial, y sus aliados y promotores internos le podrían quitar ya, su respaldo. El “impeachment” se abriría paso sin tanto desgaste jurídico.
El mandatario mexicano quedaría como una víctima del sadismo de Trump, de su insensatez rayana en tontería mayúscula porque no hay una causa justificable al disparate de subir por capricho tarifas arancelarias. La mayoría de las organizaciones empresariales mexicanas confirmarán que López Obrador pone por encima de cualquier interés el bien del país. Ciertamente, se podría incrementar el descontento de las clases medias que votaron por éste, al ver que sus bolsillos siguen vacíos, pero ello obligará al Ejecutivo a tomar medidas de emergencia para paliar la caída del poder adquisitivo y dar mayor prioridad a la cuestión social.
La correlación de fuerzas políticas sería más favorable al mandatario de lo que ahora es, porque los ultras quedarían más aislados.
Twitter: @VivaVilla_23