Por: Armando Ochoa Serrano

1. Sé que hay muchos ciudadanos que no quieren ir a votar en esta elección. Pero no podemos, no debemos, dejar la decisión de elegir a otros. Y no se trata de cualquier elección. Se trata de un gobernante que durante tres años manejará alrededor de ocho mil millones de pesos, que puede promover endeudamientos o robarse parte del dinero, que prestará servicios básicos y realizará obras públicas. Administrará nuestro hogar colectivo y atenderá temas como seguridad, adicciones y violencia, entre otros asuntos.
2. Si no se selecciona al mejor, debe seleccionarse al que consideremos “menos malo”. Se vota en positivo para elegir a alguien. Y también en negativo para que no gane quien no queremos. Se puede ejercer un voto útil para que alguien gane y que otro sea derrotado.
3. Estamos ante la presencia de guerra sucia y noticias falsas sobre los candidatos. Tenemos que tener el criterio para saber qué señalamientos son verdaderos o falsos. Ya no es tiempo de campaña y se supone es un tiempo sin ruido y publicidad para reflexionar sobre nuestro voto.
4. En las elecciones presidenciales del 2012, el PRI de Peña Nieto compró descaradamente el voto mediante tarjetas de Monex y Soriana. Eso llevó a prohibir esta práctica de compra del voto y convertirla en delito. Por eso los duranguenses no deben prestarse a la compra del voto en ninguna de sus manifestaciones, porque estarían cometiendo un delito. Pero además es indigno que la gente trafique con su conciencia. Agreguemos que quien compra el voto no sólo es un candidato inmoral, sino que gasta grandes cantidades de dinero que al llevarlo al poder tratará de recuperar. Se alienta así la corrupción y la prepotencia de quien tiene recursos.
5. La autoridad electoral debe calificar con precisión si algún candidato rebasó los topes de campaña. Y sancionarlo ejemplarmente.
6. Nos quejamos de que nuestra sociedad ha perdido valores positivos, por eso debemos empoderar a quien tenga las mejores conductas posibles.
7. Los duranguenses tenemos el poder de decidir, si no votamos no tenemos derecho a quejarnos. Hay que elegir orientados por el bien común. No nos anulemos, votemos sin vender nuestra conciencia por la mejor opción posible este domingo 2 de junio.

Twitter: @Armando8as