Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Tras varios desencuentros y confrontaciones con el presidente Andrés Manuel López Obrador, un grupo de 10 gobernadores de oposición formalizó su salida de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) para conformar la Alianza Federalista. La discusión del presupuesto 2021 acrecentó las fricciones al punto que los gobernadores (en su mayoría del PAN), decidieron romper con la Conago y delinear sus propias estrategias y según ellos, reemprender la defensa del federalismo y la democracia. Los gobernadores aliancistas o alianzados siempre estuvieron en desacuerdo con la creación de los súper delegados, pues consideraban que se les restaban poder y limitaban sus funciones.

Con los resultados electorales del pasado 6 de junio, esta agrupación perderá fuerza, pues Morena gobernará en la mitad del país y cuatro de los 10 mandatarios de la llamada Alianza Federalista serán sustituidos, y no creo que a los otros seis restantes les convenga seguirse confrontando con el presidente de la República.

En noviembre del 2020, López Obrador aseguró que los gobernadores agrupados en la Alianza Federalista le habían faltado el respeto, por lo que se antoja inviable que los gobernadores que quedan, se les ocurra faltarle al respeto al mandatario federal, y más cuando algunos de ellos terminan su mandato el año próximo.

Los gobernadores de la Alianza Federalista jamás pudieron reunirse con AMLO para discutir el pacto federal, y es que algunos de ellos resultaron y resultan verdaderos hampones con los que el presidente jamás se reuniría… no somos iguales. El resultado de las pasadas elecciones, dejan en claro que López Obrador le sigue ganando a la oposición, por lo que la Alianza Federalista no representará en adelante un obstáculo para su Gobierno, lo que quiere decir que la alianza está muerta. Hace unos días, los gobernadores electos de Morena acordaron crear un mecanismo de interlocución con el Ejecutivo federal diferente a la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).

En una reunión con Mario Delgado, este expresó que la Conago desaparecería, pues solo era un instrumento de politiquería para estar exigiendo recursos al Gobierno federal sin revisar sus presupuestos ni el ejercicio del gasto público en los estados. En el 2015, el Gobierno de Durango editó dos mil ejemplares de un lujoso libro de pasta dura, imágenes a color y 300 páginas titulado Conferencia Nacional de Gobernadores, Apuntes para la Historia del Nuevo Federalismo.

La obra costó millones de pesos, desde luego que inflaron el presupuesto y hubo ganones. El caso fue que nadie en su sano juicio lo leyó, pues su contenido era justo lo que dice Mario Delgado, pura politiquería. Para eso servía la Conago, para con el pretexto de fortalecer el federalismo mediante mecanismos democráticos y según esto manteniendo pleno respeto de las instituciones de México, los gobernadores, sus esposas y su infaltable sequito de carga maletas y huele flatulencias, disfrutaran dos o tres veces al año de vacaciones pagadas. La Conago se creó en el año 2002 como un contrapeso de los gobernadores del PRI al presidente Vicente Fox.

Ya es tiempo de desaparecer la Conago y la alianza federalista, ambas son infuncionales y no sirven para otra cosa que hacer grilla.

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