Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Con el sonar de las campanas y fuegos artificiales, antiguamente el nuevo primer edil salía al balcón de la Presidencia Municipal para saludar al pueblo. En esta ocasión, el que será nuevo alcalde de Durango tomará posesión de su investidura mediante un acto sencillo, sin invitados especiales y abierto al pueblo. Desde el momento en que rinda protesta, Jorge Salum se convertirá en alcalde para todos los ciudadanos, sean del color que sean y piensen de la forma que piensen. Debe tener buena mano para gobernar y no despreciar ni ignorar a nadie, porque recordando las palabras de Torrente Ballester «todo lo que se ignora, se desprecia». El servicio al ciudadano presenta en la actualidad numerosos desafíos y ante ello la actuación de las administraciones públicas, particularmente la municipal. Es necesario que los Gobiernos municipales sean capaces de promover la mejora de la confianza de la ciudadanía, convirtiéndose en Gobiernos confiables, cubriendo las necesidades mediante el desarrollo de servicios de calidad en los que la transparencia y participación sean la clave. En la historia de toda comunidad, unos entregan y otros reciben. Unos heredan y otros ocupan el nuevo instante. Siempre que me iba a la escuela, mi abuela me decía que saliera con el pie derecho, lo que yo le deseo a Jorge Salum es que entré a gobernar con el pie derecho, sin rencores, sin hacer lo que hicieron otros, que cuando tomaron posesión creían que sólo valía e importaba lo que ellos traían de nuevo, sin conservar lo que había o los planes que estaban en proyecto, dicho de otra manera, ser buenos continuadores de lo bueno. No hay municipio perfecto pero sí ha habido, a través de la historia, líderes que han conducido a sus comunidades a condiciones de vida más favorables. Son seres que consideran la autoridad como una oportunidad de servicio y no de servirse. El pasado 2 de junio, la mayoría de los duranguenses de la capital escribieron con letra muy clara en la boleta electoral su deseo de tener un Gobierno diferente. Durango es una ciudad con raíces, con personalidad fuerte, con proyectos para hacer gozable y viable su futuro. Durango tiene en sus identidades, sus comidas, su música, su arquitectura, su centro histórico, su convivencia pacífica y sus valores cívicos, características disfrutables y ambicionadas por otras ciudades mexicanas. Los desafíos para los próximos años requieren un trabajo conjunto y colaborativo en diversas áreas para conseguir un futuro seguro para todos y todas. No tenemos ninguna duda que Alejandro Salum del Palacio será un buen presidente municipal. Hoy en Durango se respiran vientos de cambio y de transformación, Salum es una persona bien querida en el municipio y sobre todo es una persona que dará resultados cuando sea gobernante. Tengámosle  confianza. Decía el dramaturgo español Alejandro Casona que un hombre vale por lo que construye. Estamos seguros que Jorge Salum sabrá construir cosas buenas para Durango. Los duranguenses tenemos una nueva oportunidad. Una nueva oportunidad para creer, para confiar y para soñar. Sin duda los retos son enormes, pero también enormes son el entusiasmo y el compromiso de Jorge Salum.

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