CALEIDOSCOPIO… Cuarentena
Por: Socorro Soto Alanís
Era el año de 2020, la humanidad se estremeció por la pandemia del Coronavirus que cobró miles de muertos en el mundo entero, dirán los libros de historia que habrán de leer o consultar por el ciberespacio los hijos de nuestros hijos.
En el mundo circulan hoy más de dos millones de portadores del virus que luchan por su vida en una guerra cuerpo a cuerpo. El virus en invisible, inoloro, supongo que viscoso y “n” veces menor que un grano de azúcar, pero es letal; ha cobrado más de 130 mil muertos.
El mundo contemporáneo, en plena era de tecnologías de punta y globalización, sobrevive a la peor crisis civilatoria y las crisis desnudan, quitan el antifaz. Boquiabiertos contemplamos a las grandes potencias: China y Estados Unidos, que se disputaban el mercado y la hegemonía mundial, en disputa por no tener el mayor número de muertos. Sobrecogidos por el miedo, vemos a través de Internet a los grandes conquistadores de ayer: La Roma imperial y la corona española, dejando morir a sus ancianos, por las deficiencias del sector salud al cual abandonaron, igual que México, en este capitalismo salvaje de las últimas décadas. Italia y España pagan el fichaje más absurdo a los futbolistas del mundo, 122 millones de euros a Cristiano Ronaldo, en lugar de equipar hospitales o apoyar a la ciencia. En el mundo el 80 por ciento de la riqueza mundial está concentrada en el 10 por ciento de la población y varios de estos privilegiados tienen como catecismo la voracidad y la avaricia. De ese tamaño es nuestra desgracia.
Cuántas lecciones para los “millenias” que habrán de reconstruir otro mundo más humano y equitativo. Y retomar como prioridad al ser humano, a la naturaleza, a la solidaridad, a la paz, a la empatía con los diferentes, a la disminución del desprecio por los excluidos; espero que por ahí transite la nueva aldea global pospandemia.
En México igual, a pesar de ser un país capitalista periférico, el rigor de las medidas neoliberales de las últimas décadas ofrece un sector salud desmantelado, millones de pobres y sólo nos resta esperar que la resistencia de la raza de bronce, nos permita disminuir la potencia del virus.
40 días a partir del Miércoles de Ceniza, para recordar la pasión y muerte de Jesucristo con humildad y recordar que polvo somos y en polvo quedaremos reducidos. Disfrutemos los placeres de la familia, el hogar, lavar ropa y trastes, sin prisa, sin mañana. Sobreviviremos.
Twitter: @cocosotoalanis