Por: Emmanuel Salazar

Bastaron 24 horas para dar un giro relevante en la administración estatal, luego de que el gobernador José Aispuro Torres, decidió cambiar a dos importantes secretarios para así ajustar lo que será el cierre de la administración estatal que culmina en 2022.

La Secretaría General de Gobierno se había convertido en un enclave de suma importancia, con un titular con mucha fuerza y también bastante autonomía a grado tal que por momentos parecía que competía con el propio ejecutivo estatal.

Quizás el arquitecto Adrián Alanís Quiñones se acostumbró mucho a su autonomía que no pudo percibir en qué momento hubo un desprendimiento entre él y el Ejecutivo estatal.

Nadie puede desconocer la gran capacidad de Alanís Quiñones para operar, sin embargo, desde lejos se percibía como distante a los objetivos del ejecutivo y eso simplemente no puede ser pues por mucha capacidad que tenga un colaborador siempre tendrá una cabeza que es la que finalmente decide.

Alanís Quiñones seguramente ayudo mucho en la campaña electoral, y quizá por eso fue tanto tiempo inamovible pese a las diferencias que se alcanzaban a percibir desde lejos.

Los estilos indudablemente eran diferentes, el Gobernador siempre ha tenido un toque de suavidad, al grado que algunos por momentos demandan su mano firme, sin embargo, algo debe de tener porque logró escalar a la senaduría y posteriormente a la gubernatura.

Mientras tanto, Alanís Quiñones siempre tuvo la imagen de una mano más dura, más como regularmente se requiere en la Secretaría General de Gobierno, pero que en un momento dado se desincronizo con respecto al Ejecutivo estatal a grado de que se procedió a su relevo.

Por otra parte, en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, finalmente se decidió suplir a Arturo Salazar Moncayo, quien todo el tiempo trajo sobre si una estela de duda sobre el reparto de la obra.

Salazar Moncayo no esperaba el cambio, pues este lunes todavía salió a dar declaraciones sobre las 31 obras que iniciaron su licitación y en donde se invertirán 270 millones de pesos.

El Secretario siempre aseguró contar con un manejo transparente de obra pública, y estuvo al frente de la dependencia por cuatro años, sin que haya ayudado a detonar alguna obra cumbre por la cual se pueda recordar a la actual gestión estatal.

Las dos dependencias en donde hubo relevo son importantes espacios del Gobierno, por lo que seguramente se imprimirá una nueva dinámica al ejercicio gubernamental.

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