Por: Emmanuel Salazar

Los decesos por COVID-19 superaron los mil 200 en la presente semana, una cifra tan alta que simplemente es mayor a las mil 109 muertes violentas, que registró Durango en 2010, el año de la mayor violencia de la época moderna de nuestra entidad.

El 2010 fue el año más violento para Durango en el periodo de alta inseguridad que vivió el estado hace ya 10 años, y desde entonces no se había observado tal virulencia en los decesos como se observa hoy en día en las defunciones del COVID-19.

A nivel nacional los decesos por el nuevo Coronavirus se perfilan como la principal causa de muerte en el año, y muy seguramente Durango enfilará a una situación semejante.

Decir que la pandemia ha superado al año más violento que haya registrado en sus tiempos modernos no es nada fácil, pues solo es cuestión de recordar cómo los duranguenses sobrevivimos ese periodo de tanta incertidumbre y dolor.

Ahora los decesos ocurren en los hospitales, sin embargo, algunos especialistas como el doctor Vladimir Martínez, consideran que en diciembre se podrá presentar decesos en las viviendas o en la vía pública como si fuéramos Ecuador, país en donde el temor a la pandemia provocó que los cuerpos fueran abandonados en la vía pública.

Y como siempre hemos escrito en los últimos meses, la sociedad en su conjunto puede hacer mucho para evitar que los escenarios catastróficos sigan vigentes para nuestra comunidad.

Si logramos concientizarnos y evitamos las famosas reuniones familiares, si nos ponemos el cubrebocas y nos lavamos las manos frecuentemente podemos poner un dique al virus chino que tanto nos afecta.

Como sociedad, como comunidad tenemos que tener la fuerza suficiente para lograr que con las medidas anteriores podamos disminuir la transmisión del virus.

Sabemos que muchos de nosotros tenemos que continuar con nuestra actividad, pero también sabemos que podemos buscar protegernos y proteger a los nuestros a través del uso de cubrebocas y el lavado constante de manos, aunado a la distancia.

Tenemos que tomar en cuenta que las fiestas decembrinas están a la vuelta de la esquina y tendremos que programarnos para poder llevar a cabo cambios en nuestras tradiciones, como será que quizá la cena navideña no la podemos realizar como tradicionalmente lo hacíamos.

El pasado 10 de mayo, la celebración del Día de la Madre, estuvo con un vidrio de por medio y creo que ahora seguramente Navidad será igual.

Twitter: @jemmanuelsr