Por: Emmanuel Salazar

La palabra crisis nos ha acompañado prácticamente durante toda la vida a los mexicanos, sin embargo, la emergencia sanitaria ha traído a nueva cuenta esa palabra que tanto nos inquieta, y que seguramente la tendremos presente durante un periodo.

En nuestro Durango, donde los últimos años han sido complicados en buena medida porque dependemos de la Federación de una manera enfermiza, el impacto económico de la crisis del COVID-19 se resiente de forma más rápida.

Diversos sectores piden el apoyo gubernamental, sin embargo, los recursos no alcanzan para todos, y tenemos que buscar el apoyo entre nosotros mismos, en la solidaridad entre los duranguenses para sortear el momento.

Necesitamos adaptarnos rápidamente al cambio que representa convivir con la pandemia, hasta en tanto logramos superar el difícil momento que se viene encima y que cada vez queda más claro que podría impactar lo más duro en mayo, según las previsiones de las autoridades federales. Hoy más que nunca hace falta la solidaridad que se puede expresar desde el mantenerse en casa, cuando se pueda realizar, y ser solidario con el vecino, para intentar sobre llevar de mejor forma el momento que es un tensa calma antes de que sobrevenga el golpe.

De ser posible, no estaría mal compartir lo mucho o poco que uno tiene con la familia, para empezar y si uno puede ir más allá con nuestro más próximos pues todos necesitamos de unos a otros. Llama la atención por ejemplo que en estos días grupos tan diferentes han solicitado el respaldo de la autoridad para lograr sortear aunque sea de momento la circunstancia de carecer de recursos.

Pero, hoy como siempre, lo que podamos hacer nosotros mismos será lo que podamos aportar a nuestra sociedad, pues difícilmente el Gobierno podrá solucionarnos el problema. Por lo pronto es importante cuidar los recursos económicos, hay que actuar como se actúa en una crisis, que es atender prioridades y dejar a un lado que puede ser superfluo.

Nuestro gasto en casa debería de ser destinado primordialmente para el consumo de alimentos y para garantizar en todo caso el combustible o transporte público. Por supuesto hay que evitar la compra de cosas que ahora se convierten en cosas superfluas como es, entre otros, la ropa, las bebidas embriagantes, y ese tipo de cosas.

Para algunos, la crisis que dejará la emergencia sanitaria del COVID-19 será momentáneo, sin embargo lo mejor es tener cautela.

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