Por: Rigo Quiñonez

El pasado 21 de septiembre, a través de las redes sociales mediante un video que fue subido en redes sociales, el excandidato que representaba la corrupción encubierta como candidato del PAN a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya, anunció su regreso a la vida pública “para construir un mejor futuro para México”, pero un mejor futuro para los corruptos.

Pero de qué trata este video, resulta que ahí descalifica totalmente la administración de nuestro presidente López Obrador, en los rubros de economía, combate a la corrupción, seguridad y el manejo de la pandemia del Coronavirus.

No es de sorprender que Anaya descalifique las políticas de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, los cuales están rindiendo frutos, y para muestra basta un botón, por primera vez en la historia los grandes evasores fiscales, los cuales contaban con deudas millonarias en relación al pago de impuestos, y que ahora están pagando dichas cantidades.

Anaya estuvo en un bunker bajo tierra o no estaba en México porque literalmente expreso “Y es que el desastre con el Gobierno de López Obrador es evidente. Ve la economía. Aún antes de la pandemia del Coronavirus, México tuvo su peor desempeño en una década. Ve la inseguridad. El número de homicidios, con datos del propio Gobierno, es el más alto desde que existen registros”.

En lo referente a seguridad, es de reconocer el gran trabajo que la Guardia Nacional está llevando a cabo en beneficio del Pueblo, con valores éticos, principios sólidos, ya que sin estos no queda nada, solamente delincuentes, corruptos, malas personas, malos servidores públicos, es decir, no existiría seguridad, regresaríamos al anterior sistema de injusticia e impunidad que prevalecía en los gobiernos pasados.

Posteriormente, dejó ver que solo es un discursivo más de la oposición puesto que la construcción de un futuro para México tendrá que esperar a que la pandemia termine y ahora sí, supuestamente realizara una gira por todo el país; en pocas palabras, el futuro de México tiene que esperar hasta el momento que no exista ningún tipo de dificultades económicas o sociales, porque al parecer lo único que le importa es hablar y hablar sin hacer nada.

Así mismo, parece no haberse percatado que se le vincula con la red de tráfico de influencias y sobornos que llevaron a la aprobación de la Reforma Energética, pero no todo es malo, el lado bueno de su aparición es que nos ahorrará la extradición, porque de que se desapareció, desapareció.

Volvió para hacer una alianza con su «amigo» Calderón, bajo el eslogan de «quiero ayudar a construir un mejor futuro para México», así como el anterior “el pacto por México” que lo único que dio fue un mejor futuro a unos cuantos, los cuales se llenaron las bolsas de dinero y muy bien.

Ya sabemos qué futuro construirá, el de los moches.