Por: Gilberto Jiménez Carrillo

En determinados momentos históricos, el carácter y la personalidad de algunas mujeres que incursionan en política, es la variable decisiva en el curso de los acontecimientos. Casi podría decirse que una mujer con voz es una mujer poderosa, porque las damas fuertes crean sus acontecimientos, mientras que las débiles sufren lo que les impone el destino. Por eso resulta tan desalentadora la mediocridad predominante entre algunos de nuestras políticas, cuyas personalidades, no alientan, ni representan, ni influyen en casi nada en los ciudadanos.

A lo largo de varios años de trabajo académico, administrativo, político y partidista, Dolores Padierna Luna ha generado un liderazgo fortalecido en la intuición, el profesionalismo y la responsabilidad para estar al mando de cualquier proyecto o responsabilidad que se le asigne. Además, es autora de algunos libros con temas que aún siguen vigentes. La Historia Oculta del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), la Función de la Banca Central en México y la Reforma Energética entre otros. Su trabajo a favor de los derechos humanos de las mujeres y de la igualdad de género ha sido constante y de resultados. Su desempeño como asambleísta, Diputada federal y Senadora de la República, la convierten en una mujer experimentada de la que hay mucho que aprender, incluso cuando tiene la humildad para aceptar una equivocación.

Ojalá que muchas de sus compañeras legisladoras, independientemente del partido del que provengan, observen su desenvolvimiento y soltura en su labor como diputada, características que no cualquiera puede presumir, y que la guapa economista ha obtenido en gran parte a su indomable y férreo carácter. El carácter es probablemente el bagaje más importante de un político. La relación entre carácter y política se reduce a la fascinación o el magnetismo de la personalidad del político.

Dolores Padierna, vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, es una mujer con clase y carácter. Es respetuosa e inspira a su vez respeto mostrando su personalidad a través de su carácter, comportándose a la altura ante todas las situaciones que se le han presentado en los años recientes. Es vanguardista y se preocupa por el bienestar general. Su presencia influye en el ambiente y provoca giros distintos de manera positiva. Es de las que simplemente cambian el aire a su paso. En lo personal me gusta el estilo de Dolores Padierna, una mujer de fe y de coraje que ha demostrado que cuando se tropieza se levanta.

Una mujer que tiene pensamientos y opiniones propias, puntos de vista y habilidad para conversar. A diferencia de la inmensa mayoría de sus homólogas tanto en la Cámara baja como en la Alta; la maestra Padierna Luna tiene la capacidad para, con argumentos, generar, compartir e intercambiar ideas desafiantes sobre absolutamente cualquier tema. En ella bien se puede aplicar la frase de: “La pregunta no es quien me va a dejar; es quien me va a detener”.

Sin lugar a dudas, las mujeres están ganando terreno en puestos de liderazgo y en diversas estructuras de representación, conquistando la mentalidad de sus pueblos y tomando las riendas de las situaciones más decisivas y cercanas para la transformación y evolución de las democracias igualitarias y participativas, la prueba la tenemos con la Licenciada Dolores Padierna, una mujer de lucha y carácter decidido … y además con clase.

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