¿Dónde andas nacho? Ya aparécete
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
A pesar de sus escasos cuarenta años, el licenciado Ignacio Aguado Hernández puede presumir que al estar tomando café, comiendo en algún restaurante o en cualquier lugar de la vía pública, algunos ciudadanos se le acercan y le dicen: “Perdón que lo interrumpa, solo quería saludarlo”. Es poco común que un político en Durango reciba esas muestras tan sinceras de reconocimiento, sin embargo, en el caso de Nacho Aguado, ese tipo de encuentros se han vuelto normales, lo cual es un indicador de cuán hambrientos estamos los ciudadanos de líderes alternativos y sobre todo, auténticos en medio del creciente desencanto con los partidos tradicionales.
La participación siempre es política, pero no siempre es partidaria. Es fundamental entenderla en el sentido amplio, ya que además de estar agrupados en partidos políticos hay personas que participan en el ámbito público y social desde asociaciones civiles, fundaciones, grupos religiosos o agrupaciones no formales. Un importante número de ciudadanos no siempre son militantes de un partido, pero en cambio sí son militantes de causas, creencias, expectativas y deseos por vivir en una sociedad más igualitaria e inclusiva.
Los retos más grandes que enfrentan los políticos de mentalidad independiente es superar la apatía de los ciudadanos en medio del escepticismo. Pocos logran llamar la atención de los demás con acciones positivas. Nacho Aguado es de los pocos políticos en Durango que contagia, siempre anda de buenas, sonriendo, trasmitiendo buena vibra, lo que hace lo hace bien, prueba de ello es que sus incursiones en política han sido de aprendizaje, de crecimiento y de madurez. Su naturaleza emprendedora, sus habilidades, su vocación política, su versatilidad e innovación, han contribuido a que su crecimiento sea natural.
En los años recientes, las nuevas generaciones nos han recordado que la democracia no se acaba cuando se emite un voto. La democracia se trata de fijar una postura, presentarla a la sociedad, debatirla y defenderla. ¿No deberíamos hacer lo mismo? A veces podemos no estar de acuerdo con su mensaje, podemos criticar sus métodos, pero lo que no podemos hacer es seguir guardando silencio.
Para llegar a tomar parte activa de la sociedad, hay que tener iniciativa y capacidad de organización. Responsabilizarse e involucrarse en el quehacer político, es un reto que no cualquiera le entra. La sociedad actual requiere personas con disposición, que marcan pautas, comprometidas con objetivos, en definitiva, dispuestas a comprometerse a lo que haga falta para lograr aquello que se han propuesto en beneficio de todos… Nacho es uno de ellos. Por sus antecedentes de candidato independiente, por haberse involucrado en la campaña de López Obrador sin haber sacado ventaja de ello como muchos vividores y zánganos, por ser un profesionista que vive de su trabajo y mantiene a su familia de forma honesta y por muchos méritos más, Nacho Aguado se ha convertido en una fuerza política en ascenso. Nacho —como es conocido entre sus amigos— disfruta de cierta notoriedad en Durango. Personas de todas las edades constantemente lo detienen en las calles para retratarse con él y saludarlo, por eso le preguntamos donde anda, y también le pedimos que se aparezca para que nos diga cuáles son sus futuros proyectos y sumarnos a una causa que seguramente será diseñada pensando en Durango y los duranguenses. ¿Dónde andas Nacho?, ya aparécete.
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