Durango confidencial… Cambios en el presupuesto
Por: Edgar Burciaga
La discusión del presupuesto se alargará unos días más, y se espera que hoy se retome el tema del PEF 2020 en la Cámara de Diputados, por lo que será hasta entonces que conozcamos los recursos que el Gobierno federal destinará a Durango el próximo año.
Con los antecedentes de las investigaciones por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera a superdelegados, gobernadores y exgobernadores, así como la reducción de los recursos a los órganos autónomos, las condiciones para la asignación de recursos serán cada vez mayores.
En el caso de Durango, de acuerdo a la propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, se contaría para el próximo año con recursos por el orden de 29 mil 128 millones de pesos (mdp), un monto superior en 349 mdp al presupuesto aprobado para este año, con participaciones federales por el orden de los 12 mil 342 millones; 14 mil 111 millones de pesos de aportaciones federales, así como convenios de Descentralización y Reasignación por dos mil 377 mdp.
De no contar con mayores recursos, nuestro estado llegará a una situación económica aún más difícil, por lo que se espera la contratación de un crédito por parte del Gobierno del estado, por un monto de mil 500 millones, que debe destinarse a obras en los municipios y no asignarse sólo por caprichos o compadrazgos.
Esto se sumaría a la deuda que se tiene actualmente de 11 mil millones de pesos, que se generó en anteriores administraciones y representa compromisos, por lo que además del análisis que realice la Secretaría de Finanzas, en todas las dependencias debería realizarse un estudio para analizar el recorte de gastos, como ya acontece en el Gobierno federal.
A nivel estatal sobran las asesorías y consultorías que realizan despachos especializados, los comisionados, los programas sin sustento social, por lo que debe enfocarse la atención hacia la operatividad de las Secretarías, Direcciones e Institutos Descentralizados, y hacia los beneficiarios, que deberían ser los más necesitados y vulnerables.
La austeridad del servicio público debe buscar erradicar los derroches y redirigir los recursos públicos a las personas en condiciones vulnerables, por lo que ante las condiciones económicas por las que atraviesa nuestro país, es necesario tomar medidas focalizadas para atacar dispendios, promover el ahorro en las oficinas gubernamentales, poner fin a estructuras duplicadas, así como a gastos ineficientes y onerosos, derroches, privilegios, remuneraciones y prestaciones excesivas de muchas instituciones públicas, organismos autónomos costosos y poco efectivos.
Además, se requiere evitar duplicidad de funciones, ahorrar en prestaciones que no corresponden con la nueva ética del servicio público, limitando a lo indispensable el uso de celulares, automóviles para uso personal y choferes; reducir el gasto en comunicación social y disminuir gastos administrativos excesivos en materiales de oficina, impresiones y combustibles, no sólo para ahorrar económicamente, sino también por el cuidado del medio ambiente.
Reorientar y eficientizar el gasto público es el paso que sigue.
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