Por: Édgar Burciaga

Se dio a conocer el nombre del nuevo «superdelegado», Édgar Moreno Garfias, quien ocupará la delegación de Bienestar en sustitución de Enrique Novelo y con este nombramiento se dejan a un lado los sueños de muchos y muchas que incluso se mostraron sin recato como los nuevos titulares de la dependencia.

Morales Garfias es un conocedor de la administración pública, es licenciado en economía, cuenta con una relación de años con personajes políticos de Morena, con quienes ha trabajado desde que era estudiante, incluso su tesis se relacionó con el diseño de un sistema de planeación financiero para un partido político en México, luego con una asociación civil trabajó en el fomento del arte y la cultura así como la preservación de nuestro patrimonio y posteriormente, se dedicó a la capacitación de servidores públicos, en lugares como el Distrito Federal y Tabasco.

Entre sus tareas se encuentra el de focalizar los programas en beneficio de los duranguenses, por lo que se espera atención a los beneficiarios a los programas, además de una relación cordial con los otros órdenes de Gobierno, sobre todo, después de los señalamientos de los funcionarios de la administración federal que utilizaban los recursos a favor de sus organizaciones.

Sin duda, hará eco de las instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, de ir contra los Gobiernos corruptos en los estados, ya sean panistas o priistas, sobre todo por los antecedentes que tiene el Mandatario del manejo de los recursos y de “la pedidera de los moches”.

Ya lo vimos con acciones que podrían ser cortinas de humo para actos de corrupción, como la construcción del metrobús de La Laguna, en donde no se clarificó la participación de los concesionarios del transporte; o la asignación de recursos al campo a consecuencia de la sequía para las organizaciones, cuando la política ha sido directamente a los beneficiarios. Esto hará que el nuevo delegado tenga entre sus premisas no sumarse a los grupos de poder, sino de ser un representante real para llevar bienestar a quien lo necesita.

A esto se suma el CADI, incluido dentro de los 100 puntos presentados por López Obrador al tomar posesión como Presidente de la República, por lo que de ajustarse las reglas de operación, ya vendrán las auditorías al sistema educativo y no tardarán en replicarse en otras instituciones educativas para garantizar la aplicación y transferencia de recursos, principalmente en los organismos descentralizados.

En la obra pública, ya se ejecutan obras carreteras por mil millones de pesos por parte de SCT, dependencia que realiza directamente los trabajos en estados donde hay antecedentes de corrupción y desvío de recursos.

Es necesario que la transparencia y la rendición de cuentas sean una realidad, sin moches y sin comisiones, porque confrontados con el Gobierno federal, no va a haber programas ni nos va a ir bien a los duranguenses

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