Por: Edgar Burciaga

Al dar a conocer nuevos cambios en su gabinete, el presidente Andrés Manuel López Obrador continuará con la política de cero corrupción y cero impunidad, por lo que se tomó la decisión de sustituir a Irma Eréndira Sandoval Ballesteros por Roberto Salcedo Aquino en el cargo de secretario de la Función Pública. Y así, como se dieron los cambios en el gabinete del gobierno federal, podría seguirse el ejemplo a nivel estatal.

En Durango, si se toma en cuenta el índice de votación por coalición PRI-PAN-PRD, la candidatura a la gubernatura se definirá en el PRI por parte del exgobernador Ismael Hernández Deras, donde pudieran ser Ricardo Pacheco o Ricardo López Pescador, mientras que los panistas, que se han convertido en la tercera fuerza política, tendrían entre sus cartas a Francisco Javier Castrellón o Héctor Flores Avalos, de los demás, no tienen los arrestos para acceder a dicha posición. El PRD, hasta perdió las prerrogativas locales.

En el caso de Morena, quienes ya han levantado la mano son el senador José Ramón Enríquez y la alcaldesa Marina Vitela, quienes pueden ir de la mano para no dividir los votos de este partido político. Y es que apenas se dieron los resultados oficiales de la elección a diputados federales y locales, hay quienes comenzaron a barajar nombres de quienes pudieran abanderar las candidaturas a las Presidencias Municipales y a la Gubernatura, cuando corresponderá a los partidos políticos definir a quienes puedan aspirar a este tipo de cargos públicos.

Dentro del cabildeo que se tiene entre las distintas fuerzas políticas al interior del Congreso del Estado sobre la duración de la próxima gubernatura, existe la posibilidad de que ésta sea de cinco años y las alcaldías de dos años, lo que será discutido dentro del periodo extraordinario y que permitirá empatar las elecciones locales con las federales.

El Tribunal Superior de Justicia no debe ser caja de resonancia para quienes no pueden desarrollarse en los ámbitos políticos, por lo que el Poder Judicial no debe ser cementerio de políticos ni cueva de gavilleros que pretendan continuar su vida en la nómina escudándose en la impartición de justicia.

Nuestra entidad requiere de proyectos detonadores para el desarrollo, con la participación de los diferentes sectores de la sociedad para que deje Durango de ser rehén de las sectas políticas y los grupos dejen de ver a la administración pública como un trampolín para los negocios al amparo del poder, como un motivo para que los actos de corrupción sean vistos como algo cotidiano y la impunidad se acreciente.

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