Por: Edgar Burciaga

Durango no está escriturado para nadie, a pesar de que hay personajes interesados en obtener beneficio con la comercialización de terrenos y el usufructo de ellos, como ha sido la adquisición de terrenos para la construcción de infraestructura, principalmente en los municipios del interior de la entidad.

Algunos funcionarios, identificados también como operadores electorales, que intervinieron en la compra de los terrenos para la construcción de los cuarteles para la Guardia Nacional, donde con información confidencial, fungieron como intermediarios en la adquisición de los espacios para después comercializarlos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sobre todo, luego de impulsar la escrituración de terrenos del Gobierno del Estado que no cuentan con el registro correspondiente.

Debido a esta situación, el fiscal local anticorrupción, Héctor García Rodríguez tendrá el fiel de la balanza y de sus investigaciones dependerán algunas definiciones, sobre todo, aquellas que corresponden a actos de corrupción relacionados con la política y los partidos políticos, ya que el fraude electoral es sinónimo de corrupción.

Por eso, el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda firmaron un convenio para acotar los márgenes de operación al financiamiento ilícito en las campañas y detectar el desvío de recursos públicos para sostenimiento electoral, ingreso de dinero del crimen organizado, triangulaciones financieras de entes prohibidos (empresas) e investigar a actores políticos que enfrenten procesos por violencia política de género.

En esta ocasión se intensificará la vigilancia, por lo que aquellos candidatos y partidos que busquen pasar la charola, que cobren los moches de obra pública para su uso en las campañas o pretendan utilizar de manera personal las prerrogativas, serán sancionados, en lo que sin duda serán las elecciones más supervisadas de la historia, y en la que participarán una multitud de personajes que durante muchos años han vivido del presupuesto y que no quieren soltar la ubre que les representa un cargo público.

Y es que muchos llegan a los cargos públicos viendo sólo sus intereses, lo que ha resultado en una sociedad sin rumbo, debido a que los zánganos de la política sólo esperan tomar de los recursos públicos sus ganancias, sin escrúpulos y sin vergüenza, dejando a un lado a los verdaderos inversionistas que pretenden el desarrollo de Durango.

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