Por: Édgar Burciaga

A principios del 2020 se llevará a cabo la elección de la nueva directiva de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Delegación Durango, donde quien obtenga el triunfo se enfrentará a la situación de agremiados que se han visto severamente afectados por las que atraviesa esta industria, pues además del cierre de 140 empresas, las plantillas laborales de las que aún operan han disminuido hasta 80 por ciento.

Esto debido a la nula ejecución de obra pública, la falta de recursos del Gobierno federal y la falta de proyectos de construcción de infraestructura, aunado a las difíciles condiciones económicas del país, las empresas tuvieron que adaptarse a las circunstancias y en el afán de no cerrar fueron descansando en días a trabajadores, sin embargo, terminaron despidiéndolos.

En este proceso, se espera se dignifique el gremio de los constructores, que ha sido golpeado en los últimos meses no sólo por la economía, sino por la grilla, por lo que en esta elección no debe haber intromisión de funcionarios del Gobierno y mucho menos que desde ahora se hagan negocios al amparo de la obra pública, con licitación entre amigos o se designe de antemano al constructor que participará en la realización de infraestructura, o pasar, desde ahora, la charola para financiar campañas electorales.

Deben quedar fuera del proceso personajes de oscuro pasado, como Eduardo Bailey, quien se ostenta como “superasesor gubernamental” y puede meter las manos en este proceso que corresponde únicamente a los agremiados a la CMIC, aunque puede ser tentación para funcionarios de segundo y tercer nivel de estas dependencias, quienes además del voto, se dedican a operar el moche, el diezmo y las prebendas a cambio de los contratos de obra pública.

Por eso, desde ahora se afirma que será un proceso planchado para que se reelija como su presidente Miguel Ángel Reveles Pérez para un periodo más, de acuerdo a lo que establecen los estatutos de este organismo empresarial y en el que se espera una amplia participación de los industriales del ramo de la construcción afiliados.

Para garantizar que será un proceso democrático, dicen que hay otro contrincante, el arquitecto Raúl Montelongo, que presume el apoyo de Raudel Espinosa, quien funge actualmente como secretario de la Cámara, aunque todo señala a que ya están listos los amarres para que salga el humo blanco sin problemas en las próximas semanas.

No obstante esta situación, en los últimos días se han registrado dentro de las filas de esta Cámara a 30 empresas del ramo de la construcción las que también tendrán derecho a ejercer el voto, lo que llama la atención por el doble discurso, de las empresas que cierran por falta de trabajo y las empresas que se abren para inclinar la balanza.

www.durangoconfidencial.com

[email protected]

@Edgar_comenta