Por: Édgar Burciaga

A punto de cumplir un año de que presentara su renuncia como rector de la Universidad Juárez, los lastres que dejó Erasmo Návar García en la Máxima Casa de Estudios aún afectan el desarrollo de la institución.

Y es que fue el manejo de los recursos del pago del “semestre cero” y la venta de uniformes y libros, lo que significó durante años grandes recursos para el rector y directores dentro de la máxima casa de estudios, eso sin contar los “amigos” del propio Erasmo que fueron incluidos dentro de la nómina con nombramientos irregulares de tiempos completos y medios tiempos, además que se detectaron situaciones de acoso sexual, laboral y de alcoholismo que fueron denunciadas por las siguientes autoridades universitarias.

Eso provocó que a pocos días de su renuncia, en septiembre pasado, se firmó un acuerdo entre autoridades y estudiante para eliminar a partir de enero de este año las cuotas al interior de las escuelas y aplicar un descuento del 30 por ciento en las escuelas de Gómez Palacio en beneficio de los alumnos.

Por eso llama la atención que ningún órgano de control, como la Contraloría de la UJED o la Secretaría de la Contraloría, de la que también fue titular, hasta hoy, hayan dado a conocer las condiciones en que fue dejada la institución, como la expedición de nombramientos de académicos o la participación en el escándalo de corrupción “La Estafa Maestra”, con el que se desviaron recursos públicos y se presentaron irregularidades en diversos programas.

Estas acciones fueron propiciadas desde el centro del país, mismas que fueron apoyadas por el entonces subsecretario de Educación Superior, Salvador Jara, quien había sido rector de la Universidad de Michoacán y desde esa época tejió una red de influencias al escudarse primero en la SEP, y luego en la campaña presidencial del PRI a favor de José Antonio Meade, para después avecindarse en nuestra entidad, en donde funge como asesor educativo y ha encabezado las capacitaciones que se han dado en la propia Universidad.

Tampoco se ha dado a conocer sobre el curso de la denuncia presentada en su contra por el ejercicio indebido del Servicio Público al ostentarse como rector sin haber tomado posesión legítima y sin satisfacer los requisitos legales para ocupar dicho cargo.

Está por iniciar un nuevo semestre, y no se debe olvidar el daño ocasionado a la UJED a pesar que se ha avanzado para recuperar la excelencia académica, sobre todo por la dignidad de los propios universitarios.

www.durangoconfidencial.com

[email protected]

@Edgar_ comenta