Por: Edgar Burciaga

Estamos todavía a casi un año del proceso electoral para la definición de diputados locales y federales, y a pesar de estar en un periodo de contingencia, ya comenzó la rebatinga por el poder, por quienes desde ahora buscan aparecer en la boleta, ya hay quien anda buscando partido por lo que se revisan las diferentes opciones que brinda el espectro político de la entidad, sobre todo, en un proceso en el que todos de antemano se sienten ganadores.

Y es que estar en el aparador ha comenzado con la repartición de golpes bajos por todos lados, la sucursal del PAN Gobierno es Movimiento Ciudadano, que se nutre con personajes oficiales y uno de otro del PRI, mismos que van contra los anteriores; en el caso de Morena, con la visita de Mario Delgado se exhibió el músculo, con aliados hasta Gustavo Pedro Cortez, quien opera con el exalcalde, aunque habrá que esperar más ajustes en las próximas semanas.

Y si se considera que de acuerdo a algunas proyecciones que se tienen con motivo de la elección del 2021 en Durango, los reportes indican que el Presidente de la República volverá a tener el control del Congreso federal, lo que de continuar con esta tendencia, se verá afectado el desarrollo de los proyectos de la entidad, así como el lujo de mayores recursos, para lo que se requiere de establecer espacios de diálogo en beneficio de los duranguenses.

El reto de la elección del próximo año será entonces para el Gobernador es el control del Congreso del Estado, con lo que retomaría el control político de la entidad, por lo que desde ahora, ya han comenzado a establecerse estrategias que le permitan a los partidos en el poder avanzar en el Poder Legislativo para dar paso a iniciativas que han permanecido en la congeladora y que requieren de su aprobación por el pleno de los legisladores.

Para ello, ya han iniciado pláticas con líderes sociales, organismos empresariales, así como personajes identificados como mapaches electorales, quienes tendrán a su cargo la función de establecer una estructura que sea incluyente pero que no genere diatribas al interior para evitar rompimientos desde adentro y al mismo tiempo, de salida a las inquietudes de los ciudadanos de participación en el ámbito político electoral, después del confinamiento a causa de la pandemia, además de la realización de campañas virtuales.

A pesar de los anuncios de las gestiones y apoyos del Gobierno federal para Durango por parte de los senadores de Morena, Margarita Valdez y José Ramón Enríquez, no cuentan con la ascendencia para negociar con el Presidente de la República recursos adicionales para el desarrollo de proyectos, con el fin de construir infraestructura que repercuta en beneficio de los duranguenses de todo el territorio estatal.

Entre más cerca estamos del proceso electivo 2021, los nervios hacen presa a los involucrados, interesados y asociados, las dependencias bajan gradualmente el ritmo de trabajo, la contingencia no cesa, los insumos se reducen gradualmente y el letargo administrativo se vuelve evidente, por lo que no hay respuestas para las necesidades de la sociedad.

Se observa un Durango cada vez más dividido, enfrentado consigo mismo por los mismos grupos que quieren mantener el poder de una curul, y que no les importan los colores, sino su interés personal y de grupo sin que ello signifique el mejoramiento de las condiciones de vida para quienes en verdad sí lo necesitan

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