Por: Iván Soto Hernández 

¿Qué le conviene más a Durango a partir de la decisión que tome la ciudadanía en las urnas el domingo 5 de junio del 2022? ¿Ser amigos o seguir siendo rivales del presidente Andrés Manuel López Obrador?

Los aspirantes que simpatizan con la Cuarta Transformación (4T) coinciden que la única ruta para conciliar intereses y alinear presupuestos sería entregando triunfos a Morena en la gubernatura y las alcaldías duranguenses.

Yo, sinceramente me niego a creer que López Obrador sea tan obtuso como para gobernar a capricho y ayudar a los estados que le son afines, y dejar de ayudar a los mexicanos que vivan en entidades no entregadas a su movimiento.

Porque hay ejemplos palpables de diversas entidades a las que ha apoyado bastante la 4T sin ser gobernadas por Morena, donde sus mandatarios entendieron que es mejor ablandar la relación con el Ejecutivo, en vez de estirarle la cuerda.

Pero, también es una falacia creer que AMLO es un político moderno que ejerce el poder en un ambiente de libertades. Porque no es así, su postura es tajante: o estás con él o estás contra él.

Y es un dogma que aplica en todo y a todos, incluso a sus seguidores y correligionarios de la burbuja de la 4T. Puede dar señales de demócrata, pero lo que más disfruta es imponerse, doblegar.

Durango tiene la posibilidad de decidir el año entrante cuál es la mejor forma de relacionarnos como Estado con el titular del Ejecutivo Federal. Y es que, la opción de ser rivales genera preocupación y desgaste, pues llevamos desde 2018 jugando a las vencidas y por supuesto Durango está perdiendo todas las competencias en las que se enfrenta con la Federación. Pero, tampoco es muy atractivo ser parte de un estado agachón, que en dado caso decida aceptar la 4T como modelo gubernamental, a cambio de silencio sumiso, o ser gobernados por un pelele del presidente.

¿Queremos que nos vaya mejor a como nos ha ido los últimos años? Definitivamente creo que sí. ¿A cambio de qué? La mayoría de los duranguenses pedimos cordialidad y equipo, pero sin caer en la entrega total ni la disciplina ciega.

Por ello la apuesta está entre la opción de facilitar el arribo de Morena al poder, o que surja un personaje emanado de un movimiento de partidos y ciudadanos que puedan tener la capacidad de frenar a Morena y proponer a AMLO una nueva relación de Durango con su Gobierno.

¿Qué personaje podría tener la capacidad de gobernar sin pelear con AMLO, buscando que al contrario nos haga justicia la 4T, pero sin ser un monigote de López?

Ahí está… hagamos gobernador o gobernadora a quien pueda estar en ese punto de equilibrio. ¿Quién es el bueno?

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

Twitter: @IVANSOTTOH