Por: Iván Soto Hernández

Conforme se acerca el cierre del actual proceso electoral, vuelve a tomar fuerza el rumor acerca de la reforma constitucional que podría recortar el mandato del próximo gobernador a dos años.

La iniciativa ya está en manos del Congreso local. De hecho hay dos: una que propuso en su momento Iván Gurrola de la fracción de diputados de Morena, y otra que presentó el Tribunal Estatal Electoral unos días antes del arranque de las campañas.

La argumentación a favor de dicha reforma estriba en tres vertientes que sirven de apoyo a la posibilidad de ajustar a dos años el gobierno que se elija en 2022:

1.- Empatar calendarios: la reforma tiene como principal propósito evitar que Durango siga tan politizado como hasta ahora, con elecciones todo el tiempo durante el sexenio de un gobernante.

2.- Ahorrar recursos económicos: se supone al tener las elecciones estatales empatadas con las federales, habría gastos en prerrogativas de campaña y en la organización de los procesos electorales solamente cada tres años. Suena interesante eso.

3.- Incrementar la participación ciudadana: hay una tendencia a la baja en la participación de los ciudadanos en las urnas, de tal manera que podría ser más apetecible salir a votar si el elector tiene más motivos para emitir su sufragio con más cargos de elección en la misma jornada comicial.

Sin embargo, no a todos los aspirantes les llama la atención que se pueda reducir a dos años el próximo gobierno estatal, por obvias razones pues creen que éste es su mejor momento para buscar la máxima magistratura estatal, como para participar en una contienda que igual sería muy competida, pero poco atractiva.

Y es que, también hay que decirlo, así como hay tres factores positivos que hacen interesante la reforma en mención, así igual hay aspectos de riesgo: por ejemplo, el hecho de que los ciudadanos tengan un Gobierno al que se le podrá exigir muy poco.

Imagínense: apenas estaría acomodándose en el cargo tanto el Gobernador como su gabinete, cuando ya tiene que preparar su año de salida. El primero sería pues de aprendizaje y el segundo para la entrega-recepción.

De llegar a darse, hay quienes aseguran que es una decisión que tomaría el Congreso local entre finales de la primera quincena de junio y a más tardar la segunda de julio.

Es poco el tiempo para los condenaos ya que está prohibido legislar en materia político-electoral durante un proceso comicial, y el de 2022 empieza en noviembre de este mismo año, por lo cual tendría que estar lista la reforma -en dado caso que vaya a proceder- antes del 8 de agosto.

Hay cuadros que tienen características específicas para ser candidatos a un Gobierno de transición.  Quizá no muchos de los que suspiran por la gubernatura se inscribirían a un proceso a sabiendas que dura dos años, pero, a la vez podría ser atractivo para todos los que esperan que al empatar la elección de gobernador con las elecciones federales y presidenciales de 2024, ya que eso pondría a Durango a merced de la ola nacional que suceda.

Ya veremos y diremos. Por lo pronto los diferentes carriles de competencia deberían analizar con qué personajes podrían competir en 2022 en caso que se logre esta reforma para que el sexenio se recorte a un par de años.

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

Twitter: @IVANSOTTOH