Por: Iván Soto Hernández

El conteo final de sufragios de la pasada elección del domingo 6 de junio, en Durango, le dio al Partido Acción Nacional 103 mil votos. ¿Fueron muchos o fueron pocos?

Para que se dé una idea, en el año 2016 el actual gobernador del Estado, José Rosas Aispuro Torres, ganó la elección con 286 mil a su favor.

¿Dónde quedaron o a dónde se fueron casi 183 mil sufragios en menos de cinco años? Si se trata de merma política, ¿a qué podemos atribuirla?

Poco se ha revisado a fondo que el ejercicio del poder tiene un marcado desgaste, el cual se viene reflejando en las urnas en los comicios posteriores al de 2016: en 2018, en 2019 y ahora en 2021.

El equipo político más cercano al Ejecutivo quizá interpreta cada resultado desde una perspectiva muy poco rigurosa, ya que la fuga de votos de 2016 a la fecha debería tener responsables.

Si bien es cierto, en 2016 los 286 mil 360 votos que le dieron el gane al originario de Tamazula tenían la sumatoria de votos del PRD y Movimiento Ciudadano, en los hechos se ha visto que entre ambos partidos no suman ya ni 45 mil votos.

Es decir, votos colocados en la boleta a favor del PAN habrían sido unos 240 mil en números cerrados, cifra muy lejana a los 103 mil que rasguñó el panismo en la era aispurista de 2021, en la recta final del sexenio.

El PAN en su cúpula nacional, así como diversos grupos del entorno estatal y local, ya empiezan a revisar qué han ganado y qué han perdido del año 2016 a la fecha.

Serían ingratos e injustos si reprocharan la caída que se vive recientemente solo a un actor, a un grupo político, o a algún nivel de gobierno.

Tendrían que hacer un análisis más profundo para que revisen qué hicieron y qué dejaron de hacer una vez que obtuvieron las mieles del poder.

En la elección del 2021 ni juntando los votos del PAN, PRI y PRD llegan a los 286 mil sufragios que obtuvo la alternancia y el cambio político representado por Aispuro en 2016.

Lejos de ganar adeptos, el PAN y el PRI perdieron membresía y dieron paso a la creación y la coexistencia de una nueva fuerza política nacional que sigue hasta hoy como primera fuerza en el estadio: Morena.

Su crecimiento -el de Morena- también tiene lectura, y en gran medida habría que empezar por revisar compromisos de campaña de 2016 y cotejar con resultados a la fecha. Ese podría ser un primer hilo buscando la hebra. ¿No cree?

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

Por: @IVANSOTTOH