La proximidad de los comicios más importantes que vivirá el estado de Durango en 2022 ha empezado a provocar serios problemas al seno de los diferentes partidos políticos.

Tal parece que, conforme avanza el tiempo y se acerca el arranque del proceso electoral, sube de tono la epidemia de crisis, no solo en los partidos considerados grandes, sino también en aquellos que tienen una membresía más modesta.

Ayer, Óscar García Barrón hizo oficial su renuncia a la Coordinación Estatal de Movimiento Ciudadano, una decisión envuelta en aparente rebeldía, pues comprobó que fue un error incorporarse al partido propiedad de Dante Delgado.

Tres factores pudieron agilizar su salida:

1. I) Ver que las mini tribus locales emecistas nunca se le disciplinaron, pues esa anarquía de los grupos se alimenta desde la burbuja central.
2. II) Anticiparse a ver que no será él, sino Martín Vivanco el candidato favorito de Dante a la gubernatura.
3. III) Corroborar que su estilo -el de Óscar- no es trabajar en equipo, sino en solitario.

En el PRI, Arturo Yáñez Cuellar va paso a paso construyendo su propio estilo para liderar al priismo, mientras los grupos que no se vieron incluidos en la nueva directiva estatal se encargan diariamente de recordarle su descontento en público y en privado.

Enrique Benítez, exdirigente estatal, es uno de los líderes de grupo que mantiene una postura crítica hacia las primeras decisiones que ha tomado Arturo, fundamentalmente porque el legislador se queja de riesgo de dados cargados a favor de Esteban Villegas en el escenario de competitividad interna hacia la candidatura a gobernador.

En el PAN, los grupos históricos quieren forzar la salida anticipada de Verónica Pérez Herrera para que se dedique de lleno a ser diputada local, mientras el grupo cercano al CCB prefiere darle respiración artificial a la dirigencia de Vero hasta decidir quién sería el ideal para el relevo.

Bonifacio Herrera es el candidato más idóneo para el grupo del gobernador José Aispuro Torres, mientras Rodolfo Dorador, del grupo crítico, se mantienen a la espera de una rendija que le permita entrar al quite del CDE blanquiazul.

En Morena, no se diga: la entrega de la Jugocopo y la aprobación del crédito del Gobierno Estatal ha producido una intifada entre grupos, unos que quieren la expulsión de otros, y viceversa.

En este partido, la ambición del 2022 y su ubicación como puntero en las principales preferencias electorales podría ser su fortaleza y su principal debilidad, ya que la falta de disciplina y el exceso de tribus anhelando el poder se han hecho presentes en los últimos días más que antes.

Se salvan de conflictos los partidos pequeños, como el PRD, Verde o PT, los cuales se benefician de la hegemonía casi absoluta de los grupos dominantes al interior. Es decir, no hay disidencia pues solo hay una corriente de expresión en sus filas. Y nada más.

Así, el 2022 se acerca estrepitosamente y los problemas en los partidos políticos proliferan al grado que ya parece epidemia. Ya veremos y diremos si corrigen a tiempo esa inercia, pues de lo contrario, caminan directo y sin escalas al caos que ya se asoma y que la sociedad claro que percibe.

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

Por: Iván Soto Hernández 

Twitter: @IVANSOTTOH