Por: Iván Soto Hernández 

La mayoría de las veces quienes escribimos o externamos una opinión acerca de los escenarios probables para el 2022, perdemos el punto de vista del ciudadano y básicamente proyectamos opiniones en función de las posibilidades de un actor, un grupo o un partido político.

Incluso, hay que decirlo, podemos perder objetividad porque ésta solo existe en la teoría del periodismo, ya que en la práctica lo mejor que puede pasar es tratar de acercarnos a ella, a sabiendas que es imposible desvincular al ser humano y su visión muy personalísima de las cosas a la hora de externar sus opiniones.

Y es que, es raro que quienes nos dedicamos a ver, analizar, informar u opinar hagamos ese análisis de probables escenarios futuros desde una perspectiva más neutral y más ciudadana, ya que resulta muy complejo saber qué quiere Durango, cómo lo quiere, cuándo lo quiere y de qué forma lo quiere alcanzar.

Me voy un poco más lejos: los partidos políticos y sus principales cuadros y dirigentes son todavía más lejanos e insensibles al verdadero humor comunitario, es raro que volteen a ver y a tratar de comprender el termómetro social.

Y cuando lo hacen vía encuestas o sondeos, por ejemplo, tiene como propósito pragmático jugar el dedo en la boca de la gente: decirles lo que quieren oír, aparentar que entienden, diseñar con ello estrategias para entrar a un juego de manipulación, no precisamente se adentran a conocer para corregir sus errores al gobernar o al hacer política.

En ese contexto, me pregunto ¿Cómo duranguense yo qué esperaría del 2022? Y me trataré de responder con algunas ideas sueltas. Veamos:

1.- Que gane y nos gobierne un proyecto y una visión del Durango que podríamos alcanzar, sea de un color o de otro.

2.- Que Durango no se tenga que ajustar a la ambición individual o grupal de quien llegó al poder, sino al revés.

3.- Que, desde ahora, en campaña y una vez en el poder, se nos convoque a todos a jalar en unidad hacia objetivos en común.

4.- Atrás debe quedar ese estilo de antagonismo sexenal, hoy alimentado también desde el centro del país para todo México.

5.- Eso implica pedir, incluso exigir a todos los probables participantes que no polaricen a Durango, peor aun tratando de definir a los buenos de un bando y los malos del otro. Ojo: ni los buenos están en un partido o grupo, ni los malos militan en el bando rival.

6.- Durango quiere y requiere que dejemos de pelear unos con otros, que busquemos puntos de coincidencia y por fin tengamos proyecto de corto, mediano y largo plazo.

7.- Con esa claridad colectiva será más fácil tomar las decisiones políticas, como la del 2022 para elegir alcaldes y gobernador.

8.- Así, lo que haríamos el año entrante los duranguenses sería contratar al empleado que nos ayudará a coordinarnos desde una alcaldía o desde el Ejecutivo Estatal, para liderar el gran proyecto que se llama Durango. ¿O usted qué opina?

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

Twitter: @IVANSOTTOH