Por: Cristhian Salazar

Después del gobernador, Ismael Hernández Déras es el político duranguense con mayor influencia en el estado y en el país. Su exitosa carrera le ha dejado una amplia red de amistades, alianzas y deudores de favores que le permiten operar en todos los partidos. Sobra decir, que Ismael es reconocido como el mandatario estatal que le abrió a Durango el paso hacia a la modernidad. Por ello, su opinión será importante en grado superlativo, para que la alianza PRI-PAN elija su candidato a gobernador.

El dirigente nacional de la CNC se ha caracterizado por tener un equipo compacto muy eficiente, que en su momento desplazaron a toda una generación de priistas tradicionales, abriendo la puerta a jóvenes liderazgos como: Adán Soria, Adrián Valles, Jesús Alvarado, Enrique Benítez o Ricardo López Pescador, quienes, durante aquel sexenio, ocuparon los mejores espacios de la política estatal. Sin embargo, hoy al interior del petit comité, hay cierta incomodidad porque el proyecto de su líder moral tiene un solo nombre: Gabriela Hernández López.

Lo anterior es muy comprensible, para los padres, una hija lo es todo. Representa la ternura y el amor más puro que existe, haríamos cualquier cosa por allanarle el camino hacia el éxito, y si resulta que elige la misma carrera que uno, con mayor razón estamos obligados a apoyarla categóricamente. Es como si la hija de un médico exitoso decide seguir sus pasos, seguramente éste la respaldará incondicionalmente.

Pero la política es la carrera más difícil que existe, porque está llena de intereses obscuros y bajas pasiones. Y cuando un hijo de un político hereda esa vocación, hereda también los enemigos y los viejos rencores. Abrirse paso en ese mundo, pareciera ser más fácil para Gaby Hernández gracias a su apellido, pero esa misma condición la ha metido en una vorágine que no siempre le ha beneficiado, como en 2016, cuando siendo la mejor candidata, perdió la diputación local.

Hoy sabemos que Don Ismael está empeñado en que Gaby sea la candidata de la alianza para la alcaldía de Durango, aunque ello implique que al PRI ceda la gubernatura a un panista. Lo que el exgobernador no ha medido, es que el blanquiazul no tiene candidatos que puedan derrotar a Morena el año que entra, lo que pudiera desencadenar una derrota en la capital.

¿Para qué arriesgar a uno de los mejores cuadros jóvenes que tiene PRI?  Gaby ha demostrado que tiene peso específico, que tiene cualidades para construir una carrera equiparable o más exitosa que la de su padre y, que incluso, ya lo supera en algunos aspectos, como en el carisma, que en política es un arma muy poderosa contra la que no hay defensa.

La elección de 2022 será demasiado competida. Por ello considero que Ismael debe valorar mejor si es conveniente meter a Gaby en ese berenjenal. Entiendo que su deseo sea que La China logre una carrera tan meteórica como la suya, pero cuando se dio el ascenso precoz de Hernández Déras  a las grandes ligas, Durango era otro y las condiciones políticas eran diferentes. En aquel tiempo, el de Mezquital logró que le ayudaran desde adentro del PAN y del PT para ganar sus elecciones. Al menos que el ingenuo que esto escribe, desconozca que el líder campesino ya esté apalabrado con “El Tirantes”.

Twitter: @salazarmercado

Facebook: Cristhian Salazar