Por: Luis Villarreal Gil     

El uso de redes sociales ha alcanzado una particular relevancia en las campañas políticas y de comunicación gubernamental, hoy en día, el político, candidato o gobernante que no las utiliza o no les da la importancia debida, simplemente no existe, las redes sociales no solamente llegaron a cambiar las reglas; llegaron para cambiar todo el juego.

Representan el puente más directo y contundente para transmitir un mensaje o una idea, son un escaparate en donde el ciudadano está al pendiente las 24 horas del día, el Internet es una gran plaza pública, un foro de debate permanente en donde el político está obligado a dialogar, por ello, su utilización es imprescindible y su manejo debe realizarse de la manera correcta con estrategia, dirección y objetivos concretos.

Si bien, en los últimos años, las redes sociales en nuestro país han jugado un papel importante para el posicionamiento de proyectos políticos, ideologías, tendencias, etc. siguen siendo utilizadas de manera superficial como una herramienta más de comunicación, son muy pocos los que han alcanzado a capitalizar al máximo su potencial.

Considerando que los próximos procesos electorales serán una batalla que se librará en el terreno digital, hoy el centro de las campañas políticas serán las redes sociales, es ahí donde se habrá de definir el triunfo o la derrota de cualquier proyecto político, por ello, es de suma importancia que todo aquel político que tenga aspiraciones contemple desde ahora una estrategia digital acorde a los objetivos que se deseen alcanzar, de lo contrario sus posibilidades serán muy limitadas.

En el contexto actual considero que existen tres factores que obligan a cualquiera que tenga aspiraciones políticas, a contemplar un plan de posicionamiento en redes; el primero tiene que ver con los recursos económicos y la rigurosa fiscalización con la que actualmente las autoridades electorales supervisan los gastos de campaña, en las redes con una estrategia adecuada de pauta y segmentación es posible tener un impacto en nuestro mercado electoral a costos muy accesibles.

El segundo factor es lo reducido del tiempo de los procesos electorales, en los pocos días que duran las campañas no es humanamente posible que el candidato y su equipo logren recorrer en su totalidad un distrito o todo el municipio, con el uso de las redes sociales es posible direccionar temas estratégicos a microtargets, segmentados por género, edad, intereses, lugar en donde viven, entre otros.

Y el tercero es el COVID-19, que sin duda tendrá impacto en la realización de eventos masivos, reuniones y grandes concentraciones; las redes sociales, se convertirán en la cancha en donde se desarrolle el activismo y la promoción del candidato y sus propuestas, la generación de redes afectivas mediante formatos digitales y las reuniones virtuales con el uso de aplicaciones como el Zoom serán indispensables.

Una buena estrategia en redes debe contemplar la instalación de un cuarto de guerra 2.0, investigación cualitativa y cuantitativa, expertos en la generación de contenidos, innovación constante y capacidad de reacción, pero sobre todo constancia en la interacción, no basta únicamente con abrir una cuenta personal del candidato, hay que operarla con táctica y estrategia, recuerde que una elección se puede ganar o se puede perder en las redes sociales.

En México existen más de 80 millones de usuarios de internet, el 84 por ciento de personas con un smartphone accede a redes sociales, una persona pasa en promedio 11 horas en su celular, ¿Aún crees que no es importante el uso de las redes sociales en las campañas políticas?

¿Estás preparado para ganar?, escríbeme, me interesa conocer tu opinión.

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