Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Cuando Morena dio a conocer los nombres de los candidatos a las 15 gubernaturas que estarán en disputa para este próximo mes de junio, como era de esperarse, surgieron legítimas inconformidades que en algunos casos terminaron en deserciones y abandono de las filas morenistas, lo cual demuestra una vez más que con excepción del PRI, el dedazo y las llamadas candidaturas de unidad en los partidos políticos son cosa del pasado. Los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional a las gubernaturas, surgieron de un proceso basado en encuestas internas, y una vez conocido su nombre y perfil, en la inmensa mayoría de los casos, de inmediato las encuestas los situaron al frente de las preferencias electorales. Un factor que contribuyó a mantener la cohesión entre los miembros del partido, sin duda fue la designación de delegados que hizo la comisión de elecciones del partido.

Las funciones de estos llamados vigías electorales, consistirá en generar condiciones y espacios de diálogo entre los órganos locales del partido, con los aspirantes a un cargo de elección, así como con militantes y simpatizantes; buscar la conciliación del partido y finalmente crear consensos que lleven a la victoria el seis de junio. Una acertada designación fue la de José Ramón Enríquez en Chihuahua, pues la experiencia y pasión que el doctor Enríquez Herrera le pone a lo que hace, garantiza que, en el estado grande, por entusiasmo y profesionalismo no va a quedar.

Cuando se hizo oficial la candidatura de Juan Carlos Loera a la gubernatura, el senador Cruz Pérez Cuellar hizo púbico su desacuerdo, pero conforme trascurrieron los días, los ánimos fueron bajando de intensidad haciendo a un lado los intereses personales para pensar en una sola causa. Haber llegado a tomar acuerdos que garanticen la unidad del partido y de sus actores no fue trabajo fácil, pues estamos hablando de chihuahuenses, que no son nada dejaditos, dicen las cosas de frente y con mucha franqueza. La intervención y oficiosidad del delegado Enríquez Herrera, han conseguido que los morenos de Chihuahua estén listos para competir.

En una correcta y planeada estrategia, la inconformidad de Cruz Pérez Cuellar fue bien encauzada, pues recientemente ha sido postulado para la alcaldía de Ciudad Juárez, el municipio que más cantidad de electores aporta en las elecciones ya sean locales o federales. Los miles de votos que obtenga Pérez Cuellar en la presidencia Municipal de Juárez, serán también para Juan Carlos Loera en la gubernatura. Otra jugada maestra propuesta por el delegado Enríquez Herrera, fue la incorporación de Armando Cabada Alvidrez a la lista de candidatos plurinominales federales de Morena. Cabada va encabezando la lista de la circunscripción, el actual Alcalde del municipio fronterizo cuenta con un importante capital político y sin duda el aparecer como candidato a diputado federal por Morena, abonara mucho a la causa.

Estos son los casos más conocidos de la extraordinaria operación política que se está realizando en los sesenta y siete municipios del llamado estado grande, por eso la designación del destacado oftalmólogo como Delegado en Chihuahua ha sido una acertada medida, pues en Chihuahua las cosas se están haciendo bien.

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