Por: Primitivo Ríos

Finaliza la segunda década del siglo XXI, estamos viviendo dos hechos de suma importancia histórica: Primero, la pandemia del COVID-19 que ha afectado profundamente la salud y la economía de toda la humanidad, segundo, un proceso popular revolucionario pacífico, que está revirtiendo en nuestra Patria, todo el daño espiritual y material ocasionado por el modelo neoliberal empoderado en los últimos 36 años en nuestro país.

En los dos hechos, nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador se ha conducido con principios, extrema responsabilidad, inteligencia y certeza, porque emprende las acciones de gobierno a partir de los sentimientos y causas del pueblo que a diario conoce y reafirma por la   permanente convivencia con los de abajo, los despojados y excluidos de siempre. La sabiduría popular se encarna en el decir y hacer del presidente AMLO, de ahí su genialidad. Las cualidades del presidente y su inmenso amor al pueblo lo convierten en el mejor líder que ha tenido México.

La vacunación contra el Coronavirus ya inició y pronto superaremos esta grave tragedia sanitaria. La economía y las finanzas nacionales son sanas y favorables para continuar impulsando el bienestar de nuestro país. Nuestro presidente López Obrador es reconocido como el segundo mejor Presidente del mundo.

La inmoral corrupción y vil deshonestidad de los neoliberales, AMLO la combate poniéndose en la primera línea de fuego, pregona con el ejemplo, por ello la gente lo quiere y protege.

La cosmovisión para construir el modelo de la República Amorosa, inédito en el mundo, se sintetiza en la proclama POR EL BIEN DE TODOS PRIMERO LOS POBRES, que contiene la seguridad, confianza de que los seres humanos podemos ser buenos, generosos, justos, solidarios con el prójimo y vivir en armonía con la naturaleza.

Lo anterior nunca lo comprenderán el PRI, el PAN ni sus patrones los barones del dinero que se creían honorables personajes y dueños de la conciencia del pueblo. Aquí radica su derrota moral. La gente sabe muy bien que son unos corruptos desvergonzados que tienen como único dios al dinero. En Durango la gente rechaza la corrupción. No pasarán.

Feliz Año Nuevo.