Por: Emmanuel Salazar

El concepto denominado: Obligaciones financieras es un eufemismo que se puso de moda a finales del sexenio pasado, y hoy parece que sin querer, el término se hace presente para dejar en claro que si bien hubo una disminución en la deuda municipal, los compromisos económicos aumentaron.

Es simple, el Gobierno municipal logró bajar la deuda en aproximadamente un 30 por ciento, de 513 millones a los 370 millones, aproximadamente, sin embargo, contrató obligaciones financieras por unos 957 millones 450 mil pesos pagaderos en 12 años.

Así de simple y sencillo son los números, pero claro en el marco del proceso electoral la última operación es satanizada y descalificada como parte del rejuego electoral que resulta positivo para los ciudadanos, pues conocemos a ciencia cierta cuánto costó esa operación, y cuánto habremos de pagar al tener un alumbrado led.

El dicho: Enójensen las comadres y salen las verdades lo podemos aplicar en este suceso totalmente, pues las comadres se pusieron de acuerdo y aprobaron una Asociación Público Privada que permitió renovar el alumbrado público, lo cual puede ser algo positivo, sin embargo, como hay una campaña y la idea es poner mal al contrario, ahora se dice que está mal hecho lo que en conjunto pactaron quienes ahora compiten.

Más allá de la polvareda en el marco del proceso electoral, como ciudadanos, ahora que conocemos los números, deberíamos pedir se transparente cómo ocurrió la licitación para otorgar el contrato a la compañía que ganó, porque ese tema ha sido vedado y no lo facilitan.

Hoy conocemos que el Congreso del Estado autorizó al Municipio poder hacer pagos mensuales de 6.5 millones de pesos mensuales, de los cuales cinco millones 330 mil pesos, antes del IVA, van para el pago de la inversión, y un millón 170 mil pesos se destina al pago del servicio que comprende 35 mil 883 luminarias, y un 2.5 por ciento fijo anula de gastos inherentes a la administración del proyecto.

Independientemente del tema electoral, la transparencia se impone en el caso, por lo que se debe dar detalles sobre cómo se agotó la licitación APP-810005998-E1-2018 que lanzó el Ayuntamiento y que en las indagaciones que hemos realizado, en algún momento se habría declarado desierta, lo cual fue rechazado en entrevista hace un par de meses por parte del tesorero municipal, Felipe Pereda.