El carácter se demuestra en los tiempos difíciles… Anónimo

Por: Rosario Castro

Benjamín Franklin decía que los hombres son criaturas raras, pues la mitad censura lo que practica, la otra mitad practica lo que censura, y solamente el resto siempre hace lo que dice y debe.

Hace varias décadas un Munícipe muy conocido de nuestra entidad requería que el pueblo le aprobara sus cuentas públicas, en ese entonces no había auditor, ni siquiera se tenía la obligación de llevar un registro de los bienes; el Alcalde en cuestión dio órdenes a su Tesorero Municipal que convoque a una gran fiesta a todo el pueblo, para tal efecto, debían comprarse suficientes marranos para una comilona general aderezada con suficiente mezcal, así como aguas frescas; ordenado esto, llegó la fecha y el tesorero cumplió diligentemente todas las órdenes que le fueron dadas. Cuando el festejo estaba en todo su apogeo y el pueblo convocado departía comidas y bebidas, el Presidente Municipal con toda su comitiva anunciado con dianas musicales pronunció <<Pueblo de mis Amores, les informo que el dinero por cobro de licencias y de diversos rubros ingresó a las arcas del Municipio>>, los presentes emocionados le aplaudieron; <<también les informo Pueblo querido que me vio nacer, que lo que entró en las arcas de dinero también salió porque se gastó en esta fiesta que todos estamos disfrutando, les van a pasar papel y pluma para que firmen de aprobación>>. El auditorio expresó su aprobación con más aplausos, vivas de músicos y matracas contratados para la ocasión, con este discurso y la firma de documentos oficiales en pleno festejo se aprobó las cuentas de este conocido Alcalde.

De 1867 a 1999 la función de fiscalizar recayó en la Contaduría Mayor de Hacienda, ya que, en el 2000 con la pluralidad política en la alternancia del Gobierno Federal, se transformó a Auditoría Superior de la Federación dotándola de independencia y ampliando el universo fiscalizable a los tres poderes de La Unión y Órganos Constitucionales Autónomos, ensanchando el universo de fiscalización; del 2008 al 2009, se le dio más poder con la facultad de realizar auditorías.

¿Para qué sirve la ASF? Ella es la responsable de rendir cuenta, en qué y cómo se gasta, y si los recursos públicos se han utilizado en forma responsable o bien, si se ha causado un probable daño patrimonial. No hay precedente de que un Presidente de la República haya desmentido públicamente al Auditor Federal en un dictamen de cuenta pública federal, ni tampoco en los tres auditores anteriores hubo una autocorrección pública como lo hizo el Auditor Federal David Palomares sin que mediara evidencia fehaciente quién tenía la razón.

Por supuesto que a nuestro Presidente no le agradó los resultados publicados, desnudan su Gobierno en áreas sensibles, pero si no está de acuerdo, ¿Por qué no hacerlo en el plazo que previamente le otorgó la ASF de 30 días?  para que en ese periodo aclararan precisarán o corrigieran con los documentos para desvirtuar las observaciones hacia las Secretarías observadas en el dictamen.

Pocos saben que en el proceso de auditoría hay retroalimentación de lo que se pide y lo que se entrega y se comparte, pues los plazos son muy acotados para entregar documentos suficientes al enlace del Gobierno del Presidente ante la ASF, o no le dijo nada, o de plano no hubo ninguna coordinación ni seguimiento para cumplir los requerimientos, los “espíritus chocarreros” del Palacio Nacional manifiestan que la Secretaría de la Función Pública ordenó no entregar documentos.

¿Será cierto?, lo que sí verdad es que por las diferencias entre el Auditor Federal y la Secretaría de la Función Pública que forman parte del Sistema Nacional de Fiscalización para coordinarse en las auditorías, ya no se hace, ahora, en los estados y municipios se advierte duplicidad o triplicidad en las Auditorías Federales.

Construir en nuestro País cuesta años, bastó una Mañanera y probablemente el temor de quien en su responsabilidad llevaba a cuestas lo que auditores federales le precedieron y fortalecieron a la ASF y que hoy lamentablemente fue destruido, sin embargo, el daño mayor es al pueblo de México.

Quien gobierna independiente del partido que sea, debe ser abierto a este tipo de situaciones porque en ello nos va México; muchos opinan que las instituciones son necesarias para tener contrapesos y evitar poder absoluto y otros por el contrario piensan que son inútiles y estorban.

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