Por: Rosario Castro

A: Mi primer maestro, Juan de Dios Castro Lozano (QEPD) y a todos los maestros que forman para bien las futuras generaciones

El gran historiador y novelista Henry Adams afirma que: “Un maestro trabaja para la eternidad”, pues nadie puede predecir dónde acabará su influencia, si no fuese así, ni usted ni yo querido lector seríamos abogados, ingenieros, arquitectos, médicos, contadores y por qué no, maestros o técnicos

¿Quién no recuerda a sus primeros maestros o maestras?, ¡Sí! son aquellos que nos enseñaron a leer y escribir, los que nos inspiraron después de nuestros padres a hacer lo que hoy somos, yo estudié la primaria en un colegio de monjas extraordinarias pero muy duras; de ellas aprendí la disciplina en el conocimiento, pero también la importancia del poder de la palabra escrita, y más aún el poder de la palabra al expresarla, hay poder en ello, nos va el honor de lo que en educación tenemos.

Crecí en una escuela, pues mi hogar primigenio estuvo adentro de una escuela, crecer escuchando las clases de los maestros, ver a los maestros y alumnos en comunidad de vida, el timbre que marcaba el inicio y término de la clase como las manecillas de un reloj me formó en la importancia de la educación.

Aprendí que un maestro es un ser que da y no se cansa de dar, porque vive para ello. Los maestros pueden educar de dos formas: enseñando a ganarse la vida, o enseñando a vivir; ambos son esenciales para formar mejores generaciones que darán buenos ciudadanos.

Aprendí de mi primer maestro, mi hermano mayor quien escogió esta profesión por una sola razón, porque creyó en el futuro sembrando presente a través de la formación de jóvenes.

No se debe ser maestro solo por trabajar y vivir, se es maestro porque se cree en el ser humano, en la sociedad, porque se deposita en la única herramienta que hay para transformar nuestro mundo como es la educación.

Las palabras docente, profesor, educador y maestro, son motivo de profunda reflexión porque mucha gente piensa que son sinónimos unas de otras, coincido con Álvarez Llanos quien dice que docente es quien cumple un rol profesional; profesor es quien realiza un rol pedagógico; el educador es el que cumple con un deber social, y finalmente, maestro es aquel que le da una dimensión humana a la enseñanza y la convierte en su forma de vida.

Con esto concluyo que no todo docente, profesor o educador logra ser un maestro.

Albert Einstein dijo: “El arte más importante de un maestro es saber despertar en sus alumnos la alegría de conocer y crear”.

Destacable: Durango, es una de las entidades donde más se invierte de lo que llega de participaciones federales en educación, más de cinco mil millones de pesos sin contar la inversión en infraestructura, pues se han construido innumerables aulas de primaria, secundaria y preparatoria, así como 45 nuevos telebachilleratos, ampliando y construyendo nuevas Universidades y Tecnológicos dando acceso a la educación a niños, jóvenes y adultos. Se invierte en el presente para tener un mejor futuro para los niños y jóvenes de Durango.

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