Por: Emmanuel Salazar

El sábado el Consejo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN) decidió buscar una alianza electoral con aquellos partidos que se alíen a Morena con el objetivo de lograr ganar la Cámara de Diputados y evitar así que el partido del presidente pueda obtener la mayoría calificada.

En el pasado, siempre se ha dicho que en México lo que se requiere es contar con equilibrio de poderes y para lograr ese objetivo se debe de alentar que haya una división real de poderes que puede pasar a través de la conformación del Poder Legislativo para de esa manera acotar al Poder Ejecutivo que, desde siempre, ha sido preponderante en el país.

El Poder Ejecutivo en el ámbito federal ha logrado concentrar tanto poder desde el 2018 que simple y sencillamente ha logrado avasallar al Poder Judicial y el riesgo es que la democracia pueda caer.

Requerimos pues que en la Cámara de Diputados se vuelva a contar con una mayoría de un partido o de partidos diferentes al que fundó el actual presidente Andrés Manuel López Obrador y de esa manera lograr que tenga que negociar sus políticas públicas para evitar imposiciones que afectan la vida del país.

El primer paso para lograr esos equilibrios es tener una oposición articulada, en donde puedan aspirar a ganar diputaciones federales que a la postre termine con el control que tiene ahora Morena y que permite al presidente emitir leyes a su antojo, prácticamente sin necesidad de negociar con la oposición para lograr avanzar en el sentido que busca López Obrador.

Si el Consejo Nacional del PAN votó a favor de una coalición, que se supone será en 153 distritos electorales federales es una buena señal de que los partidos pueden hacer un frente a Morena para tratar de detener tantas iniciativas que han pasado prácticamente sin la opinión de los diputados de partidos diferentes a los del Presidente.

Existen al menos un par de salvedades para que esa coalición postule candidato, y una de ellas es que quien sea candidato de esa coalición goce de buen nombre y que prácticamente sea un perfil surgido de la sociedad civil, esto es, que si no forma parte activa de un partido político en sí, es mejor.

Pese elemento puede dar hasta cierta garantía de que quienes lleguen a ser electos actúen de manera diferente a como se desempeñaría un político de carrera.

Por lo demás a México le urgen equilibrios.

Twitter: @jemmanuelsr