Por: Rigo Quiñonez

La “Estafa maestra”, investigación que se dio a conocer durante el año 2017, mediante la cual se informaba que el Gobierno de Peña Nieto había desviado cerca de ocho mil millones de pesos entre el 2013 y el 2014, a través de 128 empresas.

En dicha investigación, la titular de la dependencia publica Sedesol, Rosario Robles Berlanga, había participado directamente en el saqueo a la hacienda pública, misma que fue detenida en el mes de agosto del año pasado, la cual hasta hace pocos días atrás había permanecido callada y protegiendo a los demás participantes de esta estafa.

Pero en días pasados, la actitud de Rosario Robles cambio, esto después de que su mano derecha, Emilio Zebadúa, aceptara colaborar con la Fiscalía General de la República al revelar los presuntos desvíos de recursos que había sido realizado durante el Gobierno de Peña Nieto.

Además, otra postura que podría ser un criterio para el cambio de parecer de Robles, sería el abandono por parte del expresidente Enrique Peña Nieto, lo que la coloca entre las cuerdas, para solicitar un criterio de oportunidad a la FGR para comenzar a hacer lo mismo que su mano derecha y dar cuenta de la corrupción que se encuentra plagada dentro del caso de la Estafa Maestra y la posibilidad de ser acusada por el delito de delincuencia organizada y lavado de dinero, delitos con los cuales podría obtener una condena suficiente para no volver a poner un pie fuera de la prisión.

Al sentirse abandonada por los actores que se encuentra protegiendo, acorralada por la rectitud del gobierno de AMLO y sin esperanzas que la corrupción e impunidad de la que tanto estaba orgullosa pueda rescatarla, decide utilizar el último recurso, protegerse a sí misma y entregar a los demás actores intelectuales de la “Estafa Maestra”.

Con lo cual, prácticamente estaría entregando a Peña Nieto, Emilio Zebadúa y Videgaray al brindar información a las autoridades y testificar en contra, con la finalidad de obtener una reducción a su condena.

De la misma forma, se confirma la manera en que el PRI desvía recursos públicos para utilizarlos en campañas para tener los recursos financieros con los cuales operar su principal método de corrupción en las elecciones, la compra de votos. Y es que Rosario Robles confirma que los recursos desviados tuvieron como destino la campaña presidencial de José Antonio Meade, y que esto fue ordenado a petición de Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda.

La lucha contra la corrupción que inicio nuestro presidente Andrés Manuel está dando frutos, y la decisión de la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) Rosario Robles, de colaborar con las autoridades del actual Gobierno Federal, es una clara muestra que la corrupción que existía en nuestro país está siendo erradica cada día que transcurre, que el poder corruptor de la mafia del “PRIAN” está siendo disminuido y que la rectitud y el combate a la corrupción del Gobierno de nuestro presidente Andrés Manuel va enserio.