Por: Gilberto Jiménez Carrillo

En cualquier país del mundo, cuando un presidente termina su periodo, se retira a la vida privada sin meterse a cuestionar el trabajo de su sucesor, y más aún si el que le sigue llegó al poder representando a otro partido o agrupación política. Los expresidentes se dedican a la academia, a sus negocios particulares, les da por escribir un libro, dar conferencias, en ocasiones son invitados por gobiernos posteriores para ocupar un cargo relevante. El general Abelardo L. Rodríguez de orígenes duranguenses, nueve años después de haber dejado la presidencia de la República, fue electo Gobernador de Sonora, estado donde nació.

La calificación que le da la ciudadanía a los expresidentes en México es muy interesante, de los vivos, quizá el que sale mejor librado es Ernesto Zedillo, en cambio Felipe Calderón es juzgado de manera muy negativa, pues este gris y pusilánime personaje, le hizo mucho daño al país en su periodo; basta con saber que la terrible violencia que padecemos fue permitida por este señor de apellido Calderón Hinojosa. Para cualquier político o figura pública, deber ser muy humillante que escriban un libro donde le digan el oscuro y donde incluso colegas y excolaboradores lo señalen de inseguro, colérico, explosivo, desconfiado y hasta borrachito. Debe ser muy humillante para cualquier persona que tenga una pizca de vergüenza, pero este señor Calderón no la conoce, pues este chafa ser humano en vez de dedicarse a algo productivo, sin un ápice de vergüenza, mandó por delante a su esposa Margarita a la candidatura presidencial en 2018, quiso fundar un partido y ahora nuevamente manda por delante a su esposa como candidata a diputada federal por el PAN, partido que ambos esposos vomitaron y criticaron no hace mucho.

Acaso este matrimonio chafa no pensara en sus hijos, a poco los jóvenes Calderón Zavala estarán muy orgullosos de sus padres, cuando todos sabemos que no se dedican a nada productivo. Cuando Felipe Calderón fue presidente dijo que su hermana María Luisa Calderón sería gobernadora de Michoacán a güevo. Sin ningún decoro o escrúpulo, Felipe puso toda la estructura al servicio de su hermana y ni así pudieron, sus propios paisanos los repudiaron. Y eso que María Luisa o Cocoa, públicamente declaró no convertirse en una “hermana incómoda”, para no ser comparada con Marta Sahagún. Por qué este señor Calderón no se dedica a trabajar, que abra un despacho y litigue, que administre un rancho o de clases de lectura y redacción en una secundaria.

Mi padre decía que en la vida hay que tener una gracia y este señor Calderón es tan chafa, que al parecer no tiene ninguna. Físicamente no es un adonis, no destaca en algún deporte, no es el gran orador ni ha escrito libros interesantes, tampoco toca la guitarra, canta o pinta, creo que tampoco es bueno para los chistes, pero sí en cambio para el jaibol. Con tan nefastos antecedentes, como es posible que tenga la desfachatez de opinar y querer volver a figurar en política, si cuando fue el hombre más poderoso de México ni quiso ni pudo hacer las cosas diferentes. La huella que dejó todavía lastima, Genaro Luna es tan solo una prueba de ello. Hace más de un año que los expresidentes dejaron de recibir pensión, quizá eso sea lo que le molesta al chafa y oscuro de Felipe Calderón, sin duda el peor presidente de México de los últimos cincuenta años.

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