Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Apenas habían transcurrido dos años del periodo sexenal de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa como Presidente de México, y ya se vislumbraba lo que seguía. En el periódico La Jornada, Carlos Monsiváis escribió en el 2008 lo siguiente: “Calderón es una mezcla de malas maneras y mala suerte. Como no creo en la mala o buena suerte, deposito énfasis en las malas maneras. Llegó en circunstancias muy penosas, en medio de acusaciones razonadas de fraude; ha intentado persuadir, conmover, seducir y no lo ha logrado”. Editorial Planeta acaba de publicar un libro titulado “Felipe, el oscuro”, de la periodista Olga Wornat. El exmandatario no ha sido el único que llegó a la Presidencia de manera turbulenta, con acusaciones de fraude electoral y una legitimidad cuestionada, pero sí es el único expresidente obsesionado con regresar al poder. Llegó al Gobierno sin apoyo popular y después de seis años, dejó un tiradero de sangre y corrupción. Y no obstante todo ello, se aferra a regresar  través de su entelequia México Libre, cuyo registro afortunadamente no fue autorizado por las autoridades electorales. Esas circunstancias convierten al michoacano en un problema de ayer y de hoy y en objeto de críticas y rechazos.

Es curioso como cada vez que aparece el tema de juzgar a los expresidentes y a él en lo particular, Felipe Calderón alude a las viejas reglas no escritas del sistema, exigiendo que se respete su calidad de expresidente pensando que al igual que sus antecesores tiene impunidad fáctica e histórica. Sin embargo, se le olvida de la regla no escrita que ordena a los expresidentes no intervenir en los asuntos del Estado y menos aún buscar de nuevo el poder. Desde la falta de estrategia como Presidente, los peores casos de corrupción, el enriquecimiento ilícito y los favores a sus familiares y amigos, la autora presenta a detalle la historia de un fracaso: El sexenio de Felipe Calderón.

Para Wornat, Calderón gobernó sin una base de legitimidad, con una gran capacidad destructiva, sin autocrítica y de una «frialdad como un cubo de hielo» que nunca tuvo un gesto con las miles de víctimas. Fue un México destruido, devastado durante su sexenio. En «Felipe, el oscuro», su autora también profundiza sobre la figura de la exprimera dama Margarita Zavala, a quien califica como «cómplice» de su esposo: «Siempre supo todo lo que pasó en el sexenio, supo todo lo que hizo su marido». En el libro se menciona que Calderón Hinojosa se comparaba con Sir Winston Churchill. ¡Qué desubicado! Solo se pareció a Churchill en su manera de beber, pero ni un milímetro en su grandeza. Ni uno. También se creía que era el rey David (personaje bíblico ni más ni menos que el autor de los salmos).En conclusión, en el libro “Felipe, el oscuro”, Wornat relata secretos, intrigas y traiciones del sexenio más sangriento de México y narra la forma de cómo Felipe Calderón llevó al país a la peor tragedia de su historia. La expareja imperial de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y su cónyuge, Margarita Esther Zavala Gómez del Campo, conformaron una agrupación política a la que bautizaron con el nombre de México Libre.

Violentando las leyes y el sentido común intentaron obtener el registro oficial con la intención de tener acceso al millonario presupuesto que dan las prerrogativas y así lograr una supuesta reivindicación social y política con el México que no pudieron o no quisieron gobernar. Felipe el oscuro, un libro que por salud mental no vale la pena leer.

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