Fernández de Cevallos, cobarde y vendido personaje que no quiso ser presidente y ahora lo critica todo
14/05/2021 - Hace 4 años en MéxicoFernández de Cevallos, cobarde y vendido personaje que no quiso ser presidente y ahora lo critica todo
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
En la conferencia mañanera del 7 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la campaña de guerra sucia que opera en su contra es dirigida por el empresario Claudio X. Gonzales. En su dicho, el presidente comentó que a ese grupito pertenece Diego Fernández de Cevallos, que en tiempos de Fox le facilitó negocios millonarios a una refresquera, ganando el angelito millones de pesos a cambio, pues resulta que este cobarde y vendido sujeto se enojó y le mandó una carta a López Obrador, pidiéndole que se retracte de sus palabras, de lo contario resultará un difamador cobarde que denigra a México en la presidencia.
El 12 mayo de 1994, se realizó el debate entre los candidatos a la presidencia de la República. Participaron el priista Ernesto Zedillo, el perredista Cuauhtémoc Cárdenas, y el panista Diego Fernández de Cevallos. El desempeño del panista en aquel primer debate televisivo en México fue impecable y hasta soberbio. Cautivó a las masas y de paso minimizó a sus oponentes. No hay duda que, en aquel debate, el panista fue el mejor, por eso fue inexplicable lo que sucedió después. El ambiente político mexicano estaba crispado, enrarecido. Apenas habían pasado 50 días del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Diego se aprovechó apabulló a Zedillo en unos cuantos segundos, y le sugirió que regresara a la escuela, haciéndole la observación que las disculpas no se pedían, sino que se ofrecían. Cárdenas creyó que la inercia de sus éxitos de 1988 lo llevaría casi en automático a ganar otra vez las elecciones, sin considerar que durante los seis años que habían pasado las circunstancias cambiaron radicalmente.
Con anterioridad, Fernández de Cevallos estudió cuidadosamente a sus dos adversarios y durante el debate siempre encontró el equilibrio perfecto entre la agresión de su natural ironía, y la cortesía. El panista conectó con la gente. Al terminar aquel debate las preferencias electorales habían dado un vuelco fenomenal. Después del encuentro, Diego ganó más de 16 puntos en las preferencias electorales y se puso a la cabeza en las encuestas. El efecto fue tan arrollador, que misteriosamente Diego se desapareció de la campaña política por casi tres semanas.
Pudo ser presidente de la República, pero no quiso, se acobardó y además se vendió. Este cobarde y vendido sujeto dejó de hacer campaña mes y medio tras ganar el debate entre candidatos dejando de lado los esfuerzos del PAN, en una decisión que fue calificada por Vicente Fox de traición al partido. Tras la derrota, luego de una convención nacional, explicó así su abandono de la campaña: yo nunca quise ser candidato. A mí me eligió una convención de delegados y resulté taquillerito. Diego Fernández no sólo respaldó la privatización bancaria del salinismo, sino también la firma del TLC, y sus vínculos con el ex presidente también le ganaron el sobrenombre de La Ardilla, pues no salía de Los Pinos. Ahora resulta que este sujeto mal llamado Jefe Diego que cuando mucho llega a jefe de familia, le dice al presidente López Obrador cobarde, cuando en un acto vil y cobarde, el vendido Fernández de Cevallos traicionó a millones de personas que creyeron en él. Cobarde y vendido que ahora todo critica y todo le parece mal, ese es Diego “la ardilla” Fernández de Cevallos.
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