Por: Emmanuel Salazar

El sábado pasado, justo cuando se dirimieron hasta con un enfrentamiento diferencias por la futura presidencia de gobierno del Congreso del Estado se aprobaron reformas a la Ley de Fomento Económico que recibió el respaldo de los involucrados en el sector.

El actual presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), Iván Gurrola Vega, quien ha logrado sacar diversas normas bajo los consensos dio pauta para que representantes empresariales, funcionarios estatales y legisladores lograran aprobar una ley que pretende fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas que abundan en la entidad.

Sin duda que nos hubiera gustado que Gurrola Vega se hubiera adentrado más en este tipo de senderos que en el choque se presentó ante la intención de su partido Morena por lograr mantener el control de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, aunque se entiende que el suceso forma parte del re juego electoral del próximo año.

La reforma en la Ley de Fomento Económico parte de buscar el fortalecimiento a aquellos que deciden emprender, la vinculación de las empresas con las instituciones educativas, la proveeduría local y la planeación.

De alguna manera, como ocurrió en otras leyes que se aprobaron bajo la conducción de Gurrola Vega, el Congreso del Estado logró posicionarse como un ente que puede aglutinar a todos los sectores de la sociedad para lograr cambios que ojalá no quede solo en un nivel enunciativo, y que ello sea la base para que efectivamente las micro empresas puedan llegar a recibir mayor apoyo en beneficio de las fuentes de trabajo.

Gurrola Vega ha logrado desdoblar dos personalidades en el Congreso del Estado, una que conciliador y otra de punta de lanza de lo que quiere en si su grupo parlamentario o mejor dicho su partido Morena. En el afán de construir a favor de Durango nos gustaría ver más en acción al Iván conciliador y de resultados para la generalidad que la de miembro de un partido político, pero a veces no se puede tener todo en la vida.

Ha sido curioso poder observar las dos facetas del político, que paradójicamente ha logrado incluso poder tener la posibilidad de aspirar a competir por la alcaldía capitalina, gracias a la generación de consensos dejando a un lado su perfil combativo.

Si Morena tuviera que optar por una cuestión de género, queda claro que un perfil con altos bonos es la diputada Sandra Amaya, pero si la idea es postular a hombre, sin duda Gurrola Vega se ha posicionado.

Twitter: @jemmanuelsr