Gibran Ramírez
Por: Iván Ramírez
En cuanto Andrés Manuel le soltó la mano a Morena esta se volvió cupular, facciosa y de ahí conflictiva, intransigente, “malinchista” e injusta con quienes la construyeron puerta por puerta. En poco tiempo fue irreconocible para la sociedad pues habla y se mueve diferente a lo mostrado antes del 1 de julio del 2018… ahora huele a PRI y camina como PRD.
Por momentos esta mutación fue imperceptible para quienes estamos dentro del proyecto pues el cambio en las formas o matices del discurso se dio de manera gradual. Fue así como podíamos sentir la injusticia e incongruencia en el pecho, en el estómago, pero no detectábamos con precisión las causas.
Hace unos meses volvimos a escuchar argumentos defendiendo el proyecto en un tono que se había empolvado. No eran palabras al aire replicadas sin sentimiento, ni repetidas cual pericos; tenían sustento, impacto y razón, pero, sobre todo, esencia de lo que en realidad somos o debemos ser, un movimiento para transformar este país. Fue así cuando, por el atrevimiento de Gibran Ramírez, muchos volvimos a tener un punto de referencia, un parámetro para saber en dónde estábamos parados y hacia donde debía avanzarse.
Absurdamente hay quienes están usando la palabra “joven” para intentar minimizarlo cuando en estos momentos esa condición resulta una ventaja en un partido que en sólo tres semestres se hizo viejo y mañoso. Juventud con una guarnición de preparación, experiencia y congruencia que se ha convertido en una verdadera preocupación para quienes aprisionan al partido.
Gibran Ramírez está recorriendo todo el país para reunirse con las bases buscando desde abajo la última oportunidad para que morena retome su rumbo. Porque el 2021 podría convertirse en una tumba pintada de guinda o en un árbol injertado lleno de frutos que nunca crecieron como se esperaba.
Solo Gibran ha presentado una propuesta viable para volver nuevamente a morena un instrumento de la sociedad y una trinchera en la defensa de la 4T encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Resaltar sus virtudes mostrando las deficiencias o defectos de los demás seria recurrir a lo que nada abona, ni sirve en momentos donde oficialmente el proceso electoral ya arrancó y seguimos en una especie de limbo mientras los demás avanzan y buscan enterrarnos con argumentos que nosotros mismos generamos por la lucha intestina. Los demás ya están en la construcción de su estructura reforzándolas con las alianzas de siempre y canalizando recursos públicos para su sostenimiento y el aceitado final.
En este mes de septiembre, mediante una encuesta dirigida a la militancia y simpatizantes de morena, el INE dará a conocer quiénes serán los dirigentes nacionales (presidencia y secretaría general) del partido.
No hay vuelta de hoja, es momento de definiciones y de tomar una decisión sobre el camino a seguir. Las condiciones están dadas para que la sociedad se involucre una vez más y volvamos a ser lo que les dijimos que éramos, algo diferente.
Es momento de difundir boca a boca quién desde nuestro sentir y pensar deba dirigir los destinos de morena. Si bien, Gibran Ramírez rima con Iván Ramírez, para mí la coincidencia es de fondo, origen, esencia y por una imperiosa necesidad de rescatar lo que tanto ha costado.
Twitter: @ivanramirezdgo