Por: Emmanuel Salazar

Algo ocurre en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pues de los ocho decesos que se han registrado hasta el 28 de abril, siete fallecieron en nosocomios del organismo, en desenlaces que con frecuencia son relativamente cortos respecto a la fecha de ingreso a los hospitales.

Juan Gutiérrez, delegado de la institución en Durango, reconoció el miércoles por la noche que en instalaciones del IMSS murieron siete personas en el territorio estatal por lo que pidió a la población prevenir lo más posible la enfermedad.

Si bien, el virus no es tema del cual se le pueda responsabilizar al IMSS, si puede haber dudas sobre el hecho de que los pacientes son ingresados ya cuando tienen complicaciones de las cuales difícilmente pueden recuperarse.

Esto es, podría haber cierto retraso en el hecho de atender al paciente en los nosocomios del IMSS, por lo que al momento de ser ingresados vayan en condiciones que resultan más difíciles de atender.

Podríamos pensar que los propios pacientes se resistieron a recibir atención, sin embargo, la leyenda negra del primer deceso registrado en un adulto de 74 años que había viajado a California señala que el afectado había acudido a recibir atención médica y fue regresado, para posteriormente volver y ser recibido, para que en tan solo 24 horas pereciera.

En Gómez Palacio también falleció una mujer originaria de Tlahualilo, la cual ingresó el 21 y pereció el 24 de abril, cuando la estadística nacional reportó que del momento del ingreso a cuando falleció pasaron al menos siete días.

También hay que subrayar que de los siete decesos que se han registrado en instalaciones del IMSS en Durango, seis han sido en la clínica 46 ubicada en Gómez Palacio, y solo un caso en la capital del estado.

A partir del hecho de que el IMSS concentra los decesos, es deseable que se ajuste lo que sea necesario para poder intentar recibir a los pacientes antes de que se compliquen y lleguen sin muchas posibilidades de resistir el embate del COVID-19.

No podemos dejar de largo, que el 3 de abril, cuando el Gobernador José Aispuro Torres salió a declarar que había tres decesos en la clínica 46 del IMSS en Gómez Palacio, en uno de los casos habían pasado siete días del deceso de uno de los pacientes cuando finalmente fue reconocido el suceso desde la voz del Ejecutivo estatal.

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