Por: Emmanuel Salazar

La tragedia que vive Durango por la gran cantidad de contagiados del COVID-19, provocó que este miércoles su delegado Julio Gutiérrez aceptará que el sistema ha colapsado y que están regresando a pacientes a sus casas con un tanque de oxígeno.

Agregó estar en proceso de reconversión de camas por lo que en próximas fechas se contará hasta con 290 camas para este tipo de pacientes, sin embargo, advirtió que el personal está cansado, agotado luego de más de seis meses de pandemia.

El mensaje, para quien tenga oídos, es realmente dramático, es una de las últimas llamadas de atención de un profesional de la salud que nos pide encarecidamente nos cuidemos, que hagamos lo posible por disminuir la movilidad pues en caso contrario, podremos enfermar y nadie nos garantiza una buena atención en las condiciones en las que se encuentran los nosocomios y su personal.

Es realmente triste ver la cantidad de personas que han fallecido; hoy después de diez años de la negra noche del año violento de 2010, el COVID-19 parece que superará el nivel de tragedia que vivimos entonces a consecuencia de la inseguridad.

Tenemos que redoblar nuestra conciencia de usar el cubrebocas, de lavar nuestras manos y de usar gel cuando sea necesario, además por supuesto de nuestra sana distancia que es lo único en lo que coinciden unos y otros para evitar contagios.

Es difícil, parar nuestra precaria economía, pero al menos debemos de ser cuidadosos en nuestras medidas de prevención y cuando podamos evitar la movilidad para permitir dar un respiro al gran número de contagios.

El martes, representantes de Morena plantearon la necesidad de aplicar un toque de queda o algo semejante, ello pese a que nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador en todo momento se ha negado a establecer desde el Gobierno central ese tipo de medidas que muchos habíamos pedido desde hace ya algunos meses.

Hoy, ante los vacíos que se han propiciado, es necesario generar conciencia entre los ciudadanos, entre nuestros pares para lograr que la mayoría o, mejor dicho, todos usemos cubrebocas.

Como lo señalé en días pasados, nosotros los reporteros por necesidad tenemos que salir a la calle, pero siempre procuramos mantener distancia, aunque por momento no se pueda, pero eso si mantenemos siempre nuestra mascarilla y pedimos al creador que nos libre de la posibilidad de algún contagio que no deseamos y no buscamos.

Twitter: @jemmanuelsr