Insabi
El centralismo del presidente, Andrés Manuel López Obrador se hace presente, ahora en el Instituto de Salud para el Bienestar, que pide a los gobiernos estatales ceder sus espacios, desde centros de salud hasta hospitales, para poderlos incluir en el nuevo esquema de salud.
De acuerdo al gobernador José Aispuro Torres, los gobiernos estatales deberán ceder la propiedad de los hospitales y centros de salud al Gobierno de la República, en caso de que Durango firme el convenio para poder aplicar en la entidad el esquema del Insabi en territorio duranguense.
Sin tener mayores datos, dicho convenio se antoja como un tema que busca fortalecer el centralismo impulsado por el presidente López Obrador para pasar por encima de los ejecutivos estatales sin que haya realmente muchas posibilidades de resistir.
Y es que, si no firman los estados el convenio para aplicar el Insabi, cada entidad federativa deberá erogar recursos para poder dar la atención médica sin que el Gobierno de la República vaya a dar apoyo económico alguno.
No es nada sencillo, renunciar a la posibilidad de que cada entidad federativa tenga bajo su control la atención a la salud, además de que seguramente la centralización afectará la capacidad de controlar brotes epidemiológicos, pues imagínese usted estimado lector, cuánto tiempo pasara para que desde un despacho en la Ciudad de México se acepte que existe un brote de dengue o de piojos en alguna parte del estado de Durango.
Pero parece que no existe otra alternativa para los estados, y sus gobernadores terminaran aceptando las condiciones que impone el Gobierno Federal para poder aplicar el Insabi, una vez que ha desaparecido el Seguro Popular.
El Insabi carece de reglas de operación, así que habrá una gran bolsa económica cuyo ejercicio simple y sencillamente será al libre albedrío de quienes se encuentran al frente del esquema de salud impulsado por el Gobierno Federal.
La discrecionalidad una vez más se hace presente en un programa más del Gobierno del presidente López Obrador, tal y como ha ocurrido en las becas de la Secretaria del Bienestar que no tiene un soporte sobre cómo se otorgan esos apoyos económicos que se otorgan prácticamente a diestra y siniestra.
Ojalá y lo que se alcanza a percibir sea diferente, ojalá que el Gobierno Federal nos pueda demostrar que tuvo orden en ejercer las partidas económicas para el Insabi, pero los hechos nos indican que será otra cosa.