Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Una de las constantes de los más recientes procesos electorales en Durango y en el país en general, ha sido la participación de candidatos que para bien o para mal, tienen una larga y conocida trayectoria en la política. En las listas de aspirantes, pocas veces aparecen personajes que nunca han participado en estas actividades.

En estos tiempos en que no bastan las siglas o colores de un partido, a la hora de las designaciones, los dirigentes de los partidos políticos deben de entender el mensaje de la ciudadanía y proponer candidatos que tengan un espacio y un rol ganado dentro del territorio o que representen una causa importante y de alta demanda para las personas.

Desde que se comenzó a mencionar el nombre de Javier Castrellon Garza como posible candidato de Acción Nacional a diputado federal por el primer distrito, de inmediato surgieron diversas opiniones que en su inmensa mayoría calificaron la propuesta como una opción viable, y es que de entrada el actual Secretario de Seguridad Pública es visto como un funcionario eficiente y de resultados, institucional, de principios y en consecuencia altamente posicionado. Desde que inició la danza de los nombres para posibles candidaturas en el 2021, quizá uno de los que más ha llamado la atención es el de Castrellon Garza, tan es así que diversos grupos organizados de ciudadanos y también por separado, se le han acercado para manifestarle que simpatizan con su posible candidatura. Desde luego que los detractores que nunca faltan, asegurando que el todavía funcionario desvía tiempo y recursos oficiales en promover su imagen, lo cual es totalmente falso, ya que las mejores cartas de presentación de Castrellon Garza son precisamente su sencillez, le cae bien a la gente porque representa una opción completamente nueva y una oferta diferente. Además, a él lo han buscado, por lo que, quitándole tiempo a sus horas de descanso, escucha y acepta las muestras de apoyo que recibe de diversos sectores de la sociedad que lo consideran una opción atractiva para convertirse en legislador.

Esas sinceras y constantes muestras de adhesión a un proyecto que comenzó como una posibilidad y ahora ya es una realidad consolidada, han dado paso a que actores importantes del panismo duranguense, incluidos directivos del partido, así como militantes y simpatizantes del llamado blanquiazul, consideren a Javier Castrellon como su próximo abanderado a la diputación federal por el primer distrito.

El nuevo panorama al que se verán enfrentados los partidos, representa riesgos e incertidumbres, lo que obliga a actuar con mayor rigor y a presentar mayores y mejores ideas y propuestas. Hoy los ciudadanos requieren más oferta y más alternativas. Darle el voto a los mismos de siempre ya no es opción, la llamada sociedad civil requiere representantes preparados que contribuyan a resolver las necesidades de todos y que puedan hacer la diferencia. A Durango le urgen «nuevos rostros», con voluntad de servir, pero al mismo tiempo firmes y combativos. Lo que empezó como una posibilidad o rumor se ha convertido en una realidad, pues Javier Castrellon no representa la posibilidad de recuperar el escaño perdido, sino de recuperar el rumbo perdido, pues se ha convertido en una opción atractiva que le puede dar el triunfo al panismo… y la ciudadanía ya se dio cuenta.

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