Por: Gilberto Jiménez Carrillo

 A mes y medio del 6 de junio, consideradas las elecciones más grandes de la historia del país, han comenzado a sonar los nombres de algunos políticos que podrían ser los próximos candidatos presidenciales de Morena en 2024. Hasta el momento, solo se habla de tres perfiles que se enfilaban para pelear la candidatura por Morena: la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el canciller Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado. Cualquiera de estos tres personajes se convertirá en presidente después de octubre del 2024. No habrá nadie más en la lista, pues los tres tienen talento y son eficaces en sus cargos. Con respecto de los demás partidos, no existe nadie que tenga la presencia, trayectoria y bagaje como para competir con el que sea de los tres aludidos.

En pocas palabras, un presidenciable es quien tiene posibilidades de ser presidente o candidato a presidente. Desde ya, Sheinbaum, Ebrard y Monreal fortalecen amistades, planean estrategias y convocan a sus aliados para conformar sus grupos compactos con los que caminaran rumbo al 2024.

Con motivo del 98 aniversario luctuoso de Francisco Villa, y teniendo como escenario el majestuoso monumento a la Revolución Mexicana, la familia Villa entregó la distinción “El Mayor de los Dorados” al senador por Durango, José Ramón Enríquez Herrera, reconocimiento que la familia del guerrillero norteño otorga a los mexicanos comprometidos con su país. Claudia Sheinbaum, encabezó la ceremonia conmemorativa e hizo una guardia de honor en la cripta donde se encuentran los restos del General Villa. Acompañada del director general del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II y del senador Enríquez, depositaron una ofrenda floral en el nicho.

En las anteriores cinco ediciones de la entrega de este reconocimiento, es la primera vez que un jefe de Gobierno capitalino asiste. En las actividades del senado, es muy frecuente ver a Ricardo Monreal conversando con su homólogo de Durango, y no me refiero a Alejandro González Yáñez ni a Margarita Valdez, sino al oftalmólogo.

En su reciente responsabilidad como delegado de Morena en Chihuahua, en más de dos ocasiones, el líder del senado acudió al estado norteño a colaborar en la campaña de forma decidida, pero sobre todo a respaldar al amigo. El senador Enríquez Herrera forma parte del grupo de senadores que con frecuencia tiene reuniones virtuales con el canciller Marcelo Ebrard, incluso han tomado acuerdos que pronto se darán a conocer y que en asuntos migratorios serán de enorme beneficio para los duranguenses.

Los llamados presidenciables saben y reconocen que el senador Enríquez es un político práctico y servicial, atento para seguir instrucciones en situaciones apremiantes, por eso, hoy por hoy, es el único político duranguense que tiene trato con estos personajes, de entre los cuales, cualquiera de ellos será presidente. De manera que si las cosas se dan como decía Jesús Reyes Heroles al afirmar que la forma es fondo, todo indica que, pensando en una eventual candidatura al Gobierno del estado, los buenos comentarios de los tres presidenciables serán en favor de José Ramón Enríquez, que al igual que esta tercia de presidenciables, tiene inteligencia política y sobre todo convicciones, si no fuera si entonces seguiremos donde mismo.

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