Por: Primitivo Ríos

La autollamada Alianza Federalista, integrada por 10 gobernadores (seis del PAN, dos del PRI, uno del PRD, otro de MC y un “independiente”), opositora a la Cuarta Transformación (4T) y al presidente López Obrador, está a favor de la corrupción, de la impunidad, de los privilegios y sus integrantes anhelan revivir al viejo régimen corrupto y autoritario neoliberal. Esconden la verdad de sus intenciones tras un relato de supuesta defensa del federalismo, de la distribución equitativa de los recursos federales a los estados, y no haya recorte al presupuesto 2021.

Reprueban al Gobierno federal, la respuesta ante la pandemia del COVID-19, exigen la renuncia del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señalan su desacuerdo con la eliminación de los 109 fideicomisos. Dicen que van contra el autoritarismo y centralismo ejercido por Andrés Manuel López Obrador, presidente de todos los mexicanos.

Este agrupamiento político de gobernadores conservadores contra el combate a la corrupción, tiene el distintivo de estar integrado por militantes del PAN, PRI y PRD que firmaron el pacto por México en diciembre de 2012 con Peña Nieto, para concretar las reformas estructurales neoliberales que despojaron y saquearon la riqueza nacional para entregárselas, como nunca había sucedido, a los emporios financieros y grupos de interés nacionales y extranjeros, promoviendo con ello la peor de las desigualdades sociales, haciendo evidente una profunda descomposición moral y ética en las elites gobernantes en nuestro país.

Durante el periodo neoliberal, la corrupción y los corruptos de ligas mayores llegaron a construir fortunas inimaginables que son verdaderas ofensas al pueblo. El pus continúa brotando al profundizarse las investigaciones a la delincuencia de cuello blanco y delincuencia organizada. El “narcogobierno”. Se les exhibe y eso no les gusta nadita.

La batalla dirigida por el presidente Andrés Manuel López Obrador contra la corrupción para sepultarla, es un proceso de acciones permanentes que le permitan avanzar con firmeza en el camino de la 4T para asegurar el bienestar, la felicidad, la justicia y la vida en armonía con la naturaleza del pueblo mancillado por el neoliberalismo y la ultraderecha confesional.

Esta batalla contra la corrupción, es una lucha de principios, es una confrontación cultural, moral, ética donde lo hegemónico sea lo espiritual y no lo material, donde predomine el bien sobre el mal. Este sentimiento y conciencia social popular dio la puntilla a los gobiernos neoliberales en 2018. Nuestro Presidente no está solo, cuenta con el apoyo del pueblo. Saldremos adelante.

La autollamada Alianza Federalista, históricamente esta moralmente derrotada, el ciclo neoliberal en México llegó a su fin. El pueblo ya los repudió y no los apoya. Su asonada golpista no prosperara. La corrupción no tiene retorno.

Twitter: @Primitivo_Rios