La bolita, el tiempo y tú
Por: Iván Ramírez
Joven avivado por sus amigos terminando con congestión alcohólica; personas golpeando y linchando a otros porque la muchedumbre exaltada así lo pedía; una bola de gente envolviéndote y arrebatándote lo que eres y piensas. El alto costo de no saber decir “NO” o retirarte a tiempo de ahí.
LAS VOCES.- Una vez en la Ciudad de México, paseando por “bellas artes”, me topé con esa mesita de “¿Dónde quedó la bolita’” y ahí me quede por curiosidad. A los 30 segundos un hombre algo acelerado me felicito por haber ganado 50 pesos cuando nunca aposte algo, pero él insistía que sí, como esperando que aprovechara la supuesta confusión y me quedara con el dinero, pero hice lo contrario; trate de hacerle ver su error e hizo no escucharme. Resulta que volvimos a ganar otros 50 pesos, y digo volvimos, en plural, porque tan sólo en un minuto ya éramos socios pues le traje suerte según él y por ello dividiría conmigo lo ganado.
Total, empiezo a sentir algo de presión por los demás mirones y me dicen que le meta 50 pesos de mi bolsa para llevarnos doscientos pesos aprovechando la racha. Varias voces me alentaron y eche mano a la cartera para sacar el dinero, pero una especie de instinto me prendió el foco de alarma y decidí dar pasos hacia atrás retirándome lentamente. Conforme fui alejándome pude ver claramente a todos los involucrados en ese juego o fraude; eran aproximadamente seis personas pidiéndome que regresara, ese era su rol, servir de paleros, pero también son quienes te sacan la cartera, celular, reloj más lo que apuestes en el juego.
Es difícil mantenerte alerta y sobrio de ideas cuando te dejas envolver en esa dinámica; pero basta el escuchar tu voz interior para respirar, sonreír y ser más observador, más intuitivo. Ya después decidirás si caminas en sentido contrario al de los demás aunque parezcas un loco, según ellos.
EL TIEMPO.- “Necesitamos darnos un tiempo”; “sólo dame chance y te lo entrego completo”; “tiempo para pagarte”; “¡aguántame! se me complicaron las cosas pero no quedo mal”; “vamos a firmar mi amor, lo bueno es que tenemos 20 años para pagar la casa”; “sólo necesito tiempo y con eso la hago”; Tiempo el valioso tiempo que todos pedimos para hacer o cumplir con algo, sea una promesa, un sueño, un compromiso. Tiempo que todos pedimos pero a veces no estamos dispuestos a darlo porque alguien nos empuja o presiona; voces surgidas de varios lados con la intención de sacar algo de nuestra decisión.
Tiempo es lo que pide quien ahora gobierna el país; tiempo que no le conviene dar a quienes por un medio u otro nos respiran en la nuca para decirnos en voz baja “no lo hagas, él está mal”.
Unos pasos hacia atrás podrían ampliarnos la visión y ayudarnos a ver las verdaderas intenciones. Seguramente con eso los escucharas decir ¡no te vayas! regresa y mete la mano al bolsillo, saca tu credencial de elector y ponla en la mesita, ya después de varias auditorias, fiscalías especializadas, algunas adquisiciones de deuda pública y gobernantes eximidos, te diremos dónde quedó la bolita, tú reloj, la cartera y el futuro de tu familia.
En esta vida hay que prepararse para ser tú y saber defender en lo que crees; ir un poco más allá de lo que dice un encabezado periodístico o identificar quiénes son las voces entre las masas.
Para ser tú se necesita tiempo, para hacer de este país el México que queremos, también.