Por: Daniel Huizar

A pesar de la ola de muerte que nos ha dejado el SARS COV 2 durante el último año y la notable pérdida económica, me lleva a pensar y quizá a usted también, que no hemos aprendido de él, no ha bastado la pérdida de familiares y conocidos que a lo largo de este periodo hemos enfrentado; al inicio de la pandemia eran pocas las personas que conocían o tenían algún familiar infectado por este virus letal, incluso hubo quien se cuestionaba la existencia real del mismo, sin embargo, al paso de los meses cada uno de nosotros nos fuimos dando cuenta que todo era real, éramos testigo de cómo perdían la batalla conocidos, amigos o familiares cercanos. Vimos como de manera acelerada México se convertía en uno de los países con mayor letalidad y número de muertes a causa de un manejo que ha dejado a deber y sobre todo de la irresponsabilidad de muchos ciudadanos y ciudadanas que continúan sin prestarle la importancia que le corresponde al tema, probablemente tenían algo más importante en que pensar como el llevar los alimentos a casa ante una economía de por sí ya tambaleante. Solo veíamos como las cifras se disparaban sin cesar hasta llegar a más de 266 mil muertes al día de hoy; tristemente dejamos de sentir empatía por los afectados y sus familias, dejamos de sentir miedo por el virus, dejamos de cuidarnos y sobre todo estamos dejando de cuidar a los nuestros.

La vacuna ha sido un aliciente para muchos, un respiro, a pesar de las grandes incógnitas que estas generan, “que, si la CanSino sirve más que la AstraZeneca, que mejor la Pfizer o mejor me espero a Johnson & Johnson” o peor aún, gente que está decidiendo a la no aplicación de la vacuna por temor más a ella que al propio virus.

El virus alcanzó su mutación a variante Delta, misma que se vuelve mucho más letal provocando una transmisión por lo menos dos veces más rápida que la del virus original y aunadamente tiene una mayor carga viral y mayor facilidad de contagio.

Recordar que la vacuna no nos hace inmune a la nueva variante, reduce la enfermedad de gravedad, reduce las muertes a causa del virus, reduce el riesgo hospitalario, pero NO nos da inmunidad. Es necesario continuar con el uso de la mascarilla, la sana distancia, uso de geles desinfectantes, y si creemos que estamos enfermos realizarnos la prueba conveniente.

Ante el aumento de casos en nuestra entidad no bajemos la guardia, si usted se cuida nos cuida a todos. Y por favor acuda al centro de vacunación que le corresponde, el trámite es sencillo, rápido y gratuito, créame que valdrá la pena.

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