Por: Gonzalo Yáñez

El regreso del que nunca se fue, así le llamamos a lo que le sucedió al Presidente patriota Andrés Manuel López Obrador después de su convalecencia por haberse contagiado de COVID-19; Y regresó más fuerte que nunca, física y moralmente.

Sin ambages disparó: “La corrupción es el principal enemigo de México”; Durango incluido.

AMLO tiene toda la autoridad moral para decirlo. Su ética de la honestidad hace potente y poderoso a nuestro Presidente. Acaba de inaugurar la nueva base militar aérea de Santa Lucía, adyacente de lo que será el Nuevo Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, que será inaugurado a principios de 2022.

Sin deuda, todo a bajo costo, con materiales y construcción de gran calidad, en tiempo récord. A diferencia del gran atraco que era Texcoco, el robo del siglo. A pesar que AMLO heredó una mega deuda de 11 billones de pesos.

Los gobiernos del “PRIAN” se endeudaban porque se robaban el dinero, y luego también se robaban el dinero de la mega deuda, sólo hacían algunas obras para taparle el ojo al macho.

López Obrador también heredó un país envuelto en la inseguridad y atrapado por la violencia. La inseguridad es producto de la impunidad y la impunidad es efecto de la corrupción. Hay inseguridad porque el que la hace no la paga, esa es la impunidad. Y no la paga por la corrupción de las autoridades.

AMLO asumió la presidencia de un México sumido en la desigualdad: riqueza para pocos y pobreza para muchos, por la corrupción.

El Premio Pulitzer Thomas Friedman le llama: “socialismo para ricos, y capitalismo para los pobres”.

Y sí, apoyaban a los ricos y mercado libre para los pobres. En el neoliberalismo privatizan las ganancias y socializan las pérdidas.

Ahora con AMLO es distinto, digo yo: capitalismo para ricos y socialismo para los pobres.

Antes era bienestar para los de arriba y malestar para los de abajo, la alegría de los de arriba era la tristeza de los de abajo. Pero llegó la 4-T y México empieza a cambiar, poco a poco, lentamente, pero el cambio verdadero camina.

Por eso la élite está enfurecida y despotrica a través de la mayoría de los medios de comunicación. Es la furia del oro.

Por eso conformaron la alianza del “PRIAN”, “Va por México”, que realmente debería llamarse “Va por la corrupción”. Pasaron del amasiato promiscuo al matrimonio prostituido. Tienen la ética del ratero, no pueden dejar de robar, pues eso sería inmoral.

En Durango con el PAN en el Gobierno se vive la muerte de la honradez. Son una cuadrilla de malhechores, bandidos con pose de demagogos.

Hicieron una ciclovía que la gente le llama “La Ciclovía de la Corrupción”. Construyeron un “tunelcito” a costo desmesurado. Una fachada inexistente del mercado. ¿Qué más hicieron? ¡Ah, sí! Robar, robar, robar. Bueno, el pueblo le puso el mote de «Ratalum».

Mega endeudaron a Durango con un nuevo empréstito de más de mil 800 millones. ¿Y dónde están? Un puente que la ciudadanía no quiere y le llaman Puente-moches. Además, el escándalo de Sedeco-Gate. Y si esto fuera poco, según en el Inegi, Durango es primer lugar en corrupción.

Todo esto después de cuatro años de no hacer nada. No cumplieron ajustando a los exgobernadores pillos Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera. Y de pilón querían secuestrar la campaña federal de vacunación.

Para este 2021 viene la lucha por la Cámara Federal de Diputados. Será entre conservadores y transformadores, y en el caso de Durango, también el Congreso del Estado.

Ellos, el “PRIAN”, quieren conservar la corrupción; los transformadores seguir con la Cuarta Transformación (4T) y el cambio verdadero.

Es una alianza mercenaria, una alianza entre mercaderes. Son la Plaga Tricolor podrida y putrefacta con la Peste Azul corrupta. La Alianza de la Transa. Un pacto cupular mafioso. Los malasmañas.

Hoy, más que nunca, somos lopezobradoristas. La esperanza vive. ¡AMLO sí cumple!

¡México se vacuna contra el COVID-19 y la corrupción!

¡Es un honor luchar con Obrador!