La democracia… no solo es ir a votar cuando corresponda
15/05/2021 - Hace 4 años en MéxicoLa democracia… no solo es ir a votar cuando corresponda
Por: Juan Alberto Esquivel y Cebrián
La democracia no solo es ir a votar cuando corresponda. Es algo mucho más grande. Es vivir dentro de un Estado de Derecho; es transparencia en las acciones de Gobierno; es gobernar mediante instituciones; es equilibrar los múltiples y, a veces, antagónicos intereses de los distintos sectores socioeconómicos. También es el relevo periódico de los gobernantes.
Es, a fin de cuentas, gobernar en busca del bien común.
Es gobernar por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo, pero al mismo tiempo, reconocer que «el pueblo» en sí, no existe.
Lo que sí existe en la sociedad nacional son obreros, campesinos, comerciantes, empleados, empresarios, funcionarios públicos, entre otros, quienes en conjunto, son «el pueblo», pero cada uno de estos sectores que conforman a la sociedad tiene sus propios intereses y necesidades que, en no pocas ocasiones, son antagónicos entre sí.
Y en una democracia liberal, como en la que vivimos, gobernar es hacer lo posible por responder a las demandas de estos sectores sin dañar los intereses y derechos de los otros.
¿Y cómo es posible hacerlo? En principio procurando que el acto de gobernar no recaiga en manos de un solo sector, grupo o, peor aún, una sola persona, pues entonces ya no hay democracia, sino dictadura.
Por eso son necesarios tres poderes autónomos e independientes entre sí: Uno que elabora las leyes, otro que las aplica y el otro que resuelve los conflictos derivados de su aplicación y estos poderes son:
El Poder Legislativo, constituido por las cámaras de diputados federales y senadores, las diputaciones locales y los cabildos municipales, representa los intereses de la población que reside en el distrito o municipio que los eligió y sus principales funciones son construir leyes que faciliten la convivencia entre las personas y entre los distintos sectores sociales; exponer las demandas, intereses y necesidades de la población que representan y de manera relevante, vigilar que el Poder Ejecutivo no se exceda en sus atribuciones y haga una aplicación puntual y honesta del presupuesto asignado para el funcionamiento del país.
El Poder Judicial está conformado por la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Electoral, los Tribunales de Circuito (Colegiados y Unitarios), los Juzgados de Distrito y el Consejo de la Judicatura Federal y en los estados se replica esa composición y sus funciones, entre otras, son interpretar las leyes; resolver las controversias que surjan entre particulares y autoridades y equilibrar la relación entre los otros dos poderes.
El Poder Ejecutivo, representado por el Presidente de la República a quien auxilian los secretarios de Estado y algunas instituciones autónomas y entre sus funciones están promulgar y hacer cumplir las leyes expedidas por el Congreso de la Unión, disponer de la Fuerza Armada para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación, dirigir la política exterior y, principalmente, proteger y estimular la unión y armonía nacional.
En resumen, democracia es equilibrio.
Por eso, es importante acudir a votar en las próximas elecciones y evitar, con votos, que el residente del Palacio Nacional se apropie del Congreso de la Unión, siga dañando a la incipiente democracia que hemos construido los mexicanos y regrese al país al presidencialismo priista del siglo pasado.