Por: Luis Alberto Jorge López Chávez

Los últimos días han sido vertiginosos, no solo por la situación ya sabida que ha predominado por meses, sino por que en menos de 48 horas dos figuras icónicas, no solo de la política, sino también de la sociedad dejaron el mundo terrenal: Don Pedro Ávila Nevárez y Don Juan de Dios Castro Lozano.

Ambos políticos, ambos inconformes con la realidad que los rodeaba, ambos apasionados de la causa social, ambos personajes emblemáticos en sus respectivos partidos políticos, ambos con un amor profundo por la ideología que profesaban, ambos lideres.

Don Pedro será recordado como el último luchador social autentico y aguerrido, preocupado por la causa de la gente que menos podía, que menos tenía, gestor incansable, con un talento y empatía únicos de quien tiene el don de gentes. Por su parte, Don Juan de Dios será recordado como el último ideólogo no solo del PAN, sino de la sociedad y de la vida misma, como un artífice de la transición política en Durango y en todo México, con intervenciones en los distintos espacios que tomó como tribuna para llevarnos a supuestos y reflexiones que pocos podrían, siempre sustentado en la máxima lógica; la congruencia, inspirando generaciones a través de la docencia y enseñándolas a soñar.

A simple vista parecen figuras completamente distintas, no obstante, cada uno desde su trinchera, uno desde el PRI, otro desde el PAN, desde sus aptitudes y sus virtudes, entregaron su vida a cambiar el estado de cosas, a mejorar las condiciones de vida de los duranguenses, a dejar una huella profunda en cada lugar en el que les tocó aportar.

Seguramente en otros espacios y en otro tiempo ya se han realizado sinnúmero de semblanzas de ambos, seguramente todas las semblanzas no podrían reflejar la brillante trayectoria que fue su vida, serán recordados no solo en su obra, sino también en su legado, en su familia que es un reflejo de lo que ellos fueron y en las cosas que ayudaron a transformar.

Sin duda este par de duranguenses dejan en alto el nombre de nuestro estado y se convierten en inspiración, es cierto también que dejan un espacio enorme, pero mas enormes ejemplos, lecciones y enseñanzas, se puede ser diferente, se puede destacar, se pueden alcanzar los sueños, pero sobre todo se puede trascender a la buena, como ellos lo hicieron. Al pasar de los años son y serán una muestra de que a pesar del castigo del tiempo la grandeza no muere.

Twitter: @Luislopezdgo