Por: Quetzal Herrera

Nadie puede negar que el objetivo que se trazó el Gobierno de México respecto a la postura del Presidente norteamericano, Donald Trump, se consiguió, pues finalmente no habrá cobro, por ahora, de aranceles a los productos mexicanos que ingresan a territorio estadunidense, y a pesar de los diversos señalamientos, el Gobierno de nuestro país contará con 90 días de gracia para implementar varias acciones que permitan de una manera definitiva eliminar esta posibilidad, llevando a cabo los acuerdos establecidos entre ambas naciones. Hasta el momento la posibilidad es latente por varias razones, sobre todo de tipo político, pues como sabemos en el vecino país ha comenzado ya la carrera presidencial para el próximo año, y este tipo de acciones le entregan buenos dividendos a Trump.

México dio prioridad a la estabilidad comercial y empresarial, y para ello tendrá que implementar acciones que no a pocos dejó satisfecho, porque existe la amenaza que al no ver resultados en territorio estadunidense, se volverá con la amenaza y posible implementación del cobro, es decir, una de las principales condiciones fue que dentro de nuestro territorio se instalarán los centroamericanos que hayan solicitado asilo en aquella nación, y para ello los emisarios de López Obrador se comprometieron a brindar oportunidades laborales, así como atención médica en lo que están de este lado; aquí radican dos asuntos que no son menores, el primero de ellos es que se desconoce el tiempo que pudieran estar en nuestro país, pues el sistema gringo de trámites de asilos se encuentra saturado al grado de verse rebasado, a punto incluso de colapsarse, lo que se traducirá en una incertidumbre respecto al tiempo de espera, que pueden ser meses o años; y segundo, nuestras fronteras tendrán un incremento poblacional importante, mismo que se traducirá en mayor incidencias delictivas, pues será importante que en esta parte se considere el envío de personal de la guardia nacional.

El Presidente Trump ha iniciado su campaña rumbo a la reelección y como ocurrió hace cuatro años, comienza con su discurso de amenazas contra nuestro país, que electoralmente le reditúan, y a diferencia de aquel tiempo que no tenía “la sartén por el mango”, ahora las circunstancias han cambiado a su favor, por eso se atreve a condicionar el tiempo que nos brinda para cumplir sus promesas, y por mucho que se haga desde nuestro lado, siempre encontrará algo que le genere votos; seremos pues aliados de su estrategia electoral por estos 90 días, así que tanto la Guardia Nacional en la frontera sur, como la atención en la frontera norte, serán nuestra agenda, y la contención es probable que se quede en un buen intento si consideramos que tan solo en el mes de mayo ingresaron 140 mil centroamericanos indocumentados, es decir en 30 días, por lo que la cifra se multiplicaría por tres al ser los 90 días en mención.

La asignatura pendiente es en relación a la insistencia de Donald Trump en el sentido que “en su momento” hablará de los acuerdos “secretos” que ahí se establecieron y que del lado de nuestro país no se ha confirmado nada, sólo se desmintió la versión surgida desde Estados Unidos, en el sentido que México se comprometía a comprar productos agrícolas, por lo que hay que esperar a ver si esto carece de toda credibilidad, o si de este lado se oculta la información.

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