Por: Quetzal Herrera

Desde el pasado 8 de noviembre se viralizó en redes sociales que el capitán del vuelo AM533 de Aeroméxico, de nombre Rafael Paulo Bolio Cuevas, durante el viaje de la Ciudad de México con destino a Mérida, Yucatán, donde iba a bordo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, solicitó a través del sonido interno de la aeronave de manera directa al Mandatario continuar con la construcción del proyecto aeroportuario de Texcoco, lo que le ocasionó aplausos por parte de los pasajeros, y donde al llegar a su destino el Jefe del Ejecutivo le respondió que “Santa Lucía sería la sede del nuevo aeropuerto”, y entre críticas y muestras de apoyo de esa fecha a la actualidad, se ha dado a conocer que la empresa está solicitando un informe a su empleado por la conducta en dicho vuelo.

Quizá muchos mexicanos estemos representados en este comentario del piloto hacia el Presidente, pues si alguien sabe de lo que realmente se necesita para mejorar el sistema de transporte aéreo es precisamente quienes tienen bajo su responsabilidad el despegue y aterrizaje de las aeronaves, quienes en su cotidianeidad padecen incluso el estrés de mantenerse en el aire hasta que se les asigne un espacio para su llegada; de igual forma los usuarios quienes tienen largas jornadas de espera en el aeropuerto actual para salir a su destino, o en muchas ocasiones con la posibilidad de que exista cancelación de sus vuelos. De tal forma que hay quienes vieron en Bolio Cuevas, el sentimiento de expresarle eso de manera directa a López Obrador, a pesar de lo que ahora está atravesando dentro de la empresa.

A pesar de que hay quienes han hecho hincapié del respeto que debe existir a la libertad de expresión, y del reproche hacia Aeroméxico, pues todo indica que habrá una sanción considerable, o incluso no se descarta el despido, lo que sí debió considerar el Capitán, que incluso me parece un error, fue el hecho de haber usado una herramienta de trabajo para expresar una opinión de carácter personal, fuera de todo protocolo que se acostumbra por parte de quien comanda la aeronave hacia los pasajeros, donde incluso no se ha destacado que sea una postura general de la empresa, sino que de su propia autoría genera esta solicitud. Quizá lo ideal en esta oportunidad que él considerara se le estaba presentando, hubiera sido que al llegar a Mérida de manera personal le hubiera hecho la observación, sin la utilización de este sistema de comunicación. Siempre he pensado que las formas de expresión no deben estar limitadas por nada y para nadie, pero sí es importante buscar los caminos para esas expresiones, sin poner en riesgo a la empresa donde trabajas.

En el informe solicitado por la empresa al capitán establece que se lleva a cabo única y exclusivamente como parte de los procedimientos establecidos en el reglamento interior de trabajo, y hace referencia al artículo 14, donde deja en claro lo relativo a las prohibiciones de los pilotos que no deben comportarse intencionalmente de forma que perjudique el servicio, así como las relaciones y el prestigio de Aeroméxico; por lo cual habrá que esperar la determinación de dicha empresa, que deberá tomar una decisión muy “salomónica” y que sentará un precedente también para los demás empleados.

@QuetzalH